La paz es una farsa sin amor y sin perdón

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Orlando López Lozano

Orlando López Lozano

Columna: Así veo las cosas

e-mail: orlandoluis1210@hotmail.com



Es un imposible cristiano, filosófico, pretender conseguir la paz, cualesquiera que sean las circunstancias, sin amor, sin perdón. Oscar Wilde, ese inmenso escritor y poeta irlandés, ha dicho con aplastante razón que "quien confiesa en publico que odia a alguien, es tanto como confesar que se padece una vergonzosa enfermedad".

Y no otra cosa es lo que han hecho las Farc, desde el mismo instante en que se sentaron en la mesa de dialogo y tomaron la palabra, demostrarle al mundo que solo odio albergan en sus corazones, que las vitaminas de las langostas, truchas, salmones y mariscos, roseados con la mejor champaña, solo les ha servido para alimentar y fortalecer su odio para arremeter con mas fuerza en contra de los que si tienen la mas sincera disposición para pactar la paz.

Desprovistos de amor en sus corazones las Farc, solo denuestos, improperios, acusaciones cobardes, osados desafíos, inconfesables ofensas y cínicas propuestas, han dejado escapar de sus vísceras. El pueblo colombiano saturado de escuchar tantas infamias e insensateces juntas, han optado por apagar radios y televisores para escapar del alud de bazofia que, desde el inicio del dialogo ha caído sobre él.

Atrincherados detrás de una soberbia hitleriana y una autosuficiencia napoleónica, dejan entrever fácilmente que solo ellos tienen la razón en todo lo que plantean, los demás dicen necedades. Los demás son los que han incurrido en desaciertos sociales, en secuestros de jóvenes, ancianos, niños y niñas, las cuales han violadas infamemente. Los demás son los propiciadores de las minas quiebra patas, dueños incontestables de un Estado terrorista, los demás, culpables de las explotaciones de bombas, cilindros y camionetas diezmadores de pueblos y ciudades, los demás son pues, los verdaderos culpables del destrozo de la economía de nuestro país, a través del envenenamiento de nuestra fauna y destrucción de nuestra flora, de la ruina de nuestros bosques, del medio ambiente y de la desaparición total de nuestra seguridad nacional. En fin, son "los demás", los que estamos obligados a "pedirles perdón" a Catatumbo, Iván, Santrich y el resto de dignos representantes de la reivindicación social de los pueblos.

Si todo lo anterior es una contundente y verdad apodíctica, ¿Para qué más dialogo? Así las cosas aparece la necesidad obligante de liar bártulos y regresar a Colombia a poner en práctica los nuevos modelos económicos, políticos y sociales que estos "siete sabios de las Farc" preconizan.

Dueño imponderable de estudios y lecturas superiores, Santrich ha declarado ser doctor en filosofía antigua y contemporáneo de la universidad "los siete sabios de Grecia" con sobre salientes calificaciones en conocimiento de la filosofía hegeliana, pero sucede que al señor Santrich se le olvido que Hegel -padre del idealismo alemán y representante absoluto de la finalización de la antigua filosofía, simpatizó con el modelo político de la "monarquía constitucional", donde los derechos del hombre están mejor garantizados y protegidos, y existen los intermediarios, semejantes a gobernadores, alcaldes, ministros etc. Es, mas o menos, una democracia abierta, tipo España e Inglaterra etc., y no con la "monarquía despótica", donde los Timochencos, Márquez, Santrich y… harían barbaridades con la oposición, que es el modelo político que Samtrich y sus secuaces quieren imponerle a los colombianos.

Por otro lado, señor Samtrich, Hegel califica a la familia como la base fundamental de toda sociedad. Dice que de ella emana una MORAL y que esta es la base del Derecho, el cual da contenido al Estado y que el Estado es la idea social absoluta.

Si lo anterior es lo que defiende y preconiza el filósofo alemán Hegel, ¿Por qué el señor (?) Santrich destruye a la familia colombiana con bombas, secuestros y demás elementos demoniacos de exterminación humana?¿Dónde queda su formación hegeliana?¿No será que el filósofo guerrillero está confundiendo a Hegel con Protágoras, fundador de la célebre escuela de los sofistica?

La piedra angular del Idealismo es el Amor. Solo el amor hincha de nobleza, generosidad, caridad, ternura, calor humano y perdón a nuestros corazones. Si Hegel fue el padre del Idealismo, ¿Dónde queda el amor y el perdón del Santrich?

¿Ignora el Sr Santrich, Catatumbo, Iván y demás cabecillas de las Farc, que sin Amor no se puede gobernar genuinamente a un pueblo y que sin perdón no se puede administrar justicia? Ha llegado la hora, Sr Santrich, de releer bien a Hegel, si en verdad lo ha leído, leer la Política de Aristóteles y el Banquete de Platón, donde Fedro puede darle eximias lecciones de Amor.

Finalmente, Santrich y compañía, con la cobarde matanza de los 15 soldados en Arauca, el Sr Presidente de la República ha dicho que las Farc han "roto el pacto firmado por la paz". Entonces ¿que hacen en la Habana? ¿Aun no advierten que les llego la hora de abandonar ese mundo hedonista que llevan, cabalgando sobre las exclusivas "Harlem Davison" bajo la romántica luna habanera, gustando los mejores platos de la gastronomía cubana, catando los mas sofisticados licores, al lado de exóticas amantes?

Cierto que "no hay peor ciego que el que no quiere ver", adagio que no podemos aplicarle a Santrich, quien al fin tiene razón contundente en una de sus tantas posiciones guerrilleras.