Ausencia de conversaciones, diálogos poco efectivos entre gobernantes y gobernados, falta de inversión social por parte del Estado, son los factores que se relacionan, están generando inconformidad y continuas protestas. Las autoridades no responden a las expectativas, los reclamos legítimos de comunidades ya sea en lo rural o urbano, resultan desencadenando violencia.
Las buenas prácticas de los gobernantes no se deben esperar, igual al no tener recursos disponibles en su totalidad, pero si estar presente en la calamidad con la comunidad afectada; es algo que esta tiene en cuenta y valora, que se encuentren conectados en las buenas y en las malas.
¿Qué genera la violencia en Colombia? Necesidades insatisfechas, falta de oportunidades?. Amerita con detenimiento una discusión y estudio profundo al respecto. ¿En qué momento se llegan a caldear brotes tras brotes resultando la protesta violenta?. En estos momentos buena parte de los casos que se agrandaron, fueron mirados de manera soslayada inicialmente o no considerados prioritarios. Son reclamos que se hacen con justa causa y que deben ser atendidos por el estado: Gobierno Nacional o Regional.
No se deben dar paños de agua tibia, contentillos o que el gobernante exprese si de manera emocionada a un determinado asunto, sabiendo que no hay recursos y malogre su imagen, después cierre cualquier encuentro con el tema, hasta las puertas de su despacho.
La Fuerza Pública, no será siempre la solución a la protesta, evitará y hasta disolverá la manifestación, pero qué queda?: víctimas mortales, afectados de parte de los manifestantes y la Fuerza Pública y el problema sin solucionar.
Tampoco es que con una varita mágica, se establezcan acuerdos que no se cumplirán o se realizarán a medias, que es lo que da pie para que se continúe con más fuerza las protestas. De ahí que se pierda la confianza, aumente el escepticismo hacia los políticos y quienes protestaban no los quieren ver ni en película por sus regiones.
El cumplimiento del plan de desarrollo por parte de los gobernantes es fundamental, ya que la ejecución del mismo satisface necesidades, se propicia el entendimiento y la credibilidad.
Hagamos un alto en el camino y entre todas y todos construyamos un acogedor país. Muchos de los problemas que padecen las regiones en Colombia se deben afrontar a tres niveles, diálogos a nivel Nacional, Departamental, Municipal y Distrital, de esos tres saldrán las soluciones. Mesas de diálogo se vislumbran como nuevos espacios de solución que plasmen verdaderos acuerdos. El país aún no aprende de paros medio sofocados, van cinco en los últimos meses y las pérdidas son casi de 900 mil millones de pesos.
Colombia requiere de un verdadero equipo humano para detectar y solucionar los problemas de quienes protestan antes que se lleguen a las vías de hecho, las cosas se le están saliendo de las manos al Gobierno, no existe control y lo peor se agudizan, son unas bombas de tiempo que deben ser desactivadas antes que estallen.