Ideas positivas de Bogotá para Santa Marta

Columnas de Opinión
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Escrito por:

César Serpa Vega

César Serpa Vega

Columna: Opinión

e-mail: cesarserpavega@yahoo.com



Normalmente las capitales de los estados o países son casi siempre un punto de referencia, derrotero o guía para las demás ciudades en la mayoría de aspectos que conciernen a su progreso y desarrollo. Se supone que la capital pone la pauta, sobretodo en temas de políticas públicas, planeación y presupuestos, ya que las principales entidades, instituciones y centros administrativos de orden nacional, regularmente tienen sus sedes en ese ente territorial.

El caso de Bogotá es emblemático en Colombia, dada su enorme población (casi 8 millones de habitantes), su inmensa economía (25% del PIB nacional aproximadamente), la gran influencia al momento de generar políticas de impacto nacional, la existencia de casi todas las oficinas públicas principales, entre otros aspectos importantes; lo cual la ratifica como el indiscutible centro de decisiones del país. Como consecuencia de lo anterior, el Alcalde de turno y su programa de gobierno por supuesto, servirán de referencia para muchos de los municipios de toda la nación.

Dejando de la lado las múltiples e inevitables polémicas que genera el actual Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, bien sea por su estilo personal de gobernar -autoritario y terco según algunos-, por su pasado guerrillero o por sus denuncias impactantes que han cambiado la historia de éste país (paramilitarismo, carrusel de la contratación, monopolios privados de los servicios públicos -aseo particularmente-, mafias en la principal central de abastos, etc.), aparte a eso el Alcalde Petro tiene muchas iniciativas para aportarle a los demás municipios del país, en lo concerniente a temas de gestión y ejecución pública específicamente, lo cual es el objeto de éste artículo.

Varias políticas de la actual Alcaldía de Bogotá podrían ser emuladas o adaptadas en nuestra Santa Marta, impactando positivamente la calidad de vida de todos: la peatonización de la carrera séptima por ejemplo, es un proceso que podría ser implementado en nuestra congestionada carrera quinta -tal y como reza en nuestro plan de gobierno distrital-. Otra iniciativa es el mínimo vital de agua que garantiza un consumo limitado para los estratos uno y dos, la cual podría ser adaptada por el operador del acueducto distrital -Metroagua-, obviamente después de un estudio técnico y de factibilidad que tenga en cuenta las múltiples y ricas fuentes hídricas con que cuenta nuestro distrito, tanto superficiales, como subterráneas. Otra propuesta es la de las centrales de abastos públicas para garantizar la seguridad alimentaria distrital, por medio de la reactivación de los proyectos de despensas agrícolas que pueden implementarse en la amplia zona rural del Distrito de Santa Marta. En el aspecto educativo, el aumento de la jornada escolar a 40 horas semanales con el consecuente mejoramiento en la calidad de la educación ofrecida, teniendo en cuenta que ese incremento permitiría usar esas horas adicionales en el fortalecimiento de áreas como bilingüismo, ciencias básicas, cultura ciudadana, urbanidad, civismo, valores humanos, artes -música, pintura, actuación, etc.-, cultura, deportes y turismo.

En el campo del transporte y la movilidad, Bogotá tiene mucho por mejorar pero también por enseñar como la renovación de su flota de buses de servicio público, lo cual puede aplicarse acá con la chatarrización y reemplazo paulatino de las conocidas "buseticas" peligrosas e indignas.

Otro aspecto en el que el gobierno actual de Bogotá hace mucho énfasis es en la recuperación de sus cuencas hidrográficas (ríos, vertientes, arroyos, etc.) y la preservación y cuidado de las zonas de reserva natural, las cuales son muy comunes en nuestro Distrito Samario. Tenemos que recordar que nuestros recursos naturales son fuente de vida, de conservación y alimento para todos, por lo cual nuestras autoridades deben protegerlos con mucha energía y voluntad política. También es cuestión de cultura, educación y concientización ciudadana.

La densificación del centro y de sectores aledaños también es una iniciativa capitalina que busca repoblar las zonas de mayor concentración comercial e institucional del Distrito, por medio de la recuperación de lotes o terrenos baldíos públicos o privados, para desarrollar proyectos de vivienda digna y con buenos diseños arquitectónicos para los pobres y la clase media; ésto con el objeto de acortar desplazamientos y bajar costos de transporte, estimular el uso del transporte público, además de disminuir costos en instalación de redes de saneamiento básico, telecomunicaciones y demás servicios. Nuestro Distrito podría tener en cuenta esta dignificante iniciativa a futuro.

Vale la pena aclarar que cada municipio tiene autonomía y potestad para diseñar, ejecutar y evaluar sus propias políticas públicas y planes de desarrollo, de acuerdo a sus particularidades y realidades, pero no está demás tener en cuenta las iniciativas positivas y exitosas que son implementadas en ciudades tan complejas como Bogotá. Así como dice el famoso comercial: si esas iniciativas funcionaron en Bogotá, imaginemos entonces lo que podrían hacer por nuestra Santa Marta.