Nostradamus y el fin del mundo

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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



Es necesario aclarar que si el viernes 21 no aparecen las Acotaciones de ese día, no deben asociar el hecho con las predicciones o profecías que anuncian el fin del mundo en esa fecha. Debe comprenderse que después de cuarenta y seis artículos publicados sin interrupción durante el 2012, el autor -y los lectores también- necesitan un receso de fin de año. Pero como existe expectativa sobre la catástrofe que se anuncia, hablaremos hoy de Nostradamus.

El nombre verdadero de este astrólogo y médico francés era Michel de Notre-Dame. Nació en 1503, de familia judía convertida al cristianismo. En su familia hubo médicos célebres. Aprendió medicina con uno de sus abuelos y estudió esa profesión en Montpellier. Su otro abuelo, Jean de Saint-Rémy, le enseñó el estudio de las ciencias astrales. La peste bubónica de 1525 a 1529 lo obligó a desempeñarse como médico en Carbona, Toulouse y Burdeos.

Después obtuvo el título de médico y se estableció en Agen. En 1544 se casó por segunda vez y se radicó en Salon. Cosechó sus mayores éxitos en Lyon pero por rivalidad con sus colegas tuvo que regresar a Salon, donde se dedicó a escribir obras médicas. Profundizó en lecturas sobre astrología y adivinación y comenzó a redactar sus célebres 'Profecías', cuya primera edición, que incluía siete 'centurias', vio la luz en 1555.

Las 'Profecías' es una obra escrita en verso, en un estilo oscuro y artificioso y con contenidos enigmáticos que intentaban adivinar el futuro de Francia y del mundo hasta el año 3797, en que se produciría, supuestamente, el Apocalipsis. Catalina de Médicis invitó a Nostradamus a París y lo colmó de honores y distinciones. Nostradamus profetizó la muerte de Enrique II a causa de las heridas recibidas en un torneo. Esto lo convirtió en uno de los hombres más apreciados y solicitados de la corte. En 1564 Carlos IX lo nombró su médico personal. Durante su vida hubo denuncias en las que se lo llamaba impostor y defraudador profesional.

Con su muerte aumentaron las críticas y un siglo después se demostró que algunos de sus horóscopos contenían errores importantes. A pesar de ello, sus 'Profecías' siguieron siendo populares y traducidas a muchísimos idiomas.

A Nostradamus se le atribuyen otras obras: 'Tratado de maquillajes', 'Remedio muy útil contra la peste' y 'Tratado de recetas singulares para mantener la salud del cuerpo'. Nostradamus fue padre de otro astrólogo llamado 'El Joven', que publicó un 'Tratado de astrología' en 1563. Profetizó que el pueblo de Pouzin sería devorado por las llamas.

Fue sorprendido cuando él mismo se encargaba de prenderle fuego para que se cumpliera su profecía. Fue ejecutado de inmediato, en 1574. Otro de sus hijos fue el pintor César (1555-1629) gentil hombre de Luis XIII y autor de un retrato de Nostradamus que se conserva en Aviñón.

Nostradamus, con sus ungüentos, logró salvar la vida de miles de personas. Las cortes europeas lo consideraron "la voz de Dios". Era odiado por las clases bajas de la sociedad, por los supersticiosos y por la Iglesia. El Libro 'Centuria' contiene más de mil predicciones; se publicó en diez volúmenes. Algunas de las profecías de Nostradamus fueron: la Revolución francesa, la llegada de Napoleón al poder, la Segunda Guerra Mundial, Hitler, Mussolini, Franco, el asesinato de Kennedy y la destrucción de las Torres Gemelas, entre otros hechos.

Sin embargo, el astrólogo no habló del fin del mundo sino de la culminación de un ciclo importante de la humanidad. En la tumba de Nostradamus, en la Iglesia de los Cordeleros, de Salon, puede leerse el epitafio que el astrólogo había redactado: "Aquí descansan los restos mortales del ilustrísimo Michel de Nostradamus, el único hombre digno, a juicio de todos los mortales, de escribir con pluma casi divina, bajo la influencia de los astros, el futuro del mundo". Nostradamus murió el 2 de julio de 1566, hecho y fecha que también profetizó.