Ese Partido Liberal en que muchos creímos, por el que mucho peleamos, al que defendimos con pasión, dejó de existir. Y lo peor es que ni siquiera los viejos líderes que se beneficiaron de pertenecer a él, y que todavía militan en el Partido, fueron capaces de evitar esta catástrofe.
Aquellos que seguimos con atención la reelección del Procurador General de la Nación, teníamos la secreta esperanza de que los liberales no apoyarían semejante proceso o que por lo menos iban a poner cara de drama, de algo así como "nos tocó". Pero nada de nada. No solo salieron masivamente a apoyar semejante ataque contra todos los principios liberales sino que estaban sonrientes, contando votos de la elección más cuestionada por todos aquellos no solo siguen siendo verdaderamente liberales sino por los y las demócratas de este país.
No se sabe realmente cuales de las preguntas que muchos nos hacemos, son más terribles. ¿Será que están tan llenos de posibles acusaciones, que muchos desconocemos, y que lo apoyaron para blindarse? Dios quiera que no sea así porque se agregaría otra decepción adicional. La verdad, es que hay serias posibilidades de que esto sea cierto para algunos Honorables.
¿O será que la ambición de no perder puestos presentes y futuros los obligó a semejante acto tan anti-liberal? ¿O será que el clientelismo es lo único que les permite llegar al Congreso a falta de ideas y buenas propuestas? Cualquiera que sean las respuestas, solo contribuyen a incrementar el desprestigio no solo del Parlamento colombiano sino de lo que queda de ese Partido.
Pero lo más sorprendente es la actitud de todas las mujeres del Congreso y especialmente de las que se identifican con el Liberalismo. Si algo representa el señor Procurador reelecto, es su visión retardataria sobre los derechos de las mujeres, derechos que para el no cuentan, como si viviéramos en las peores épocas de la historia de la humanidad. Pero además, las poblaciones LGBT están sometidas a igual tratamiento desconociendo la tolerancia, el respeto a los individuos, que son el pilar de la verdadera era moderna. Varias voces han pedido que las mujeres congresistas expliquen también su voto y con mayor razón las que supuestamente nos representan, pero lo único que hemos obtenido es "mutis por el Foro". Conclusión, lo apoyaron por igualo peores razones que las que tuvieron los hombres del Partido.
¿Dónde estaba el director del Partido Liberal quien se supone, que siendo joven, no iba a apoyar a un personaje que viola todo aquello por lo cual no la hemos jugado los verdaderos liberales, los demócratas de este país? Tampoco apareció. Se confirma así que quienes identifican a la juventud con la renovación en el ejercicio de la política, se equivocan totalmente. A veces los delfines son tan clientelistas como sus antepasados pero no tienen ninguna de sus virtudes.
Murió el Partido Liberal, que dolor. Pero eso sí, ni el Partido Liberal ni sus actuales líderes, descansarán en paz.