¡San Andrés es nuestro!

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Escrito por:

Juan Echeverry Nicolella

Juan Echeverry Nicolella

Columna: Purgatorio

e-mail: juanecheverry@hotmail.com

Twitter: @JPEcheverry



El proceso de litigio entre Colombia y Nicaragua se aproxima a una jurisprudencia definitiva por parte de la Corte Internacional de Justicia. Tendrá lugar en los próximos días y dejará claro, luego de una histórica y larga espera, a quién pertenecen de forma legítima un conjunto de islas, islotes y cayos con sus respectivos espacios marítimos.

Las islas más importantes en el archipiélago disputado son San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Sobre ellas ya existe una decisión de la corte a favor de Colombia. El debate se centra ahora en los cayos Roncador, Quitasueño y Serrana. Sobre ellos, el gobierno de Colombia ha ejercido históricamente la soberanía de forma ininterrumpida, además posee sus títulos jurídicos.

Está por definir el límite marítimo entre los dos Estados y la canciller colombiana asegura que si San Andrés y Providencia son de Colombia, el límite debe trazarse entre las costas de San Andrés y Providencia y las costas de Nicaragua. Con éste propósito ha sido utilizado de forma práctica por los dos países, y respetado sobre todo por Colombia, el meridiano 82. Si la corte llegara a reafirmar el meridiano 82 como límite marítimo entre las naciones en disputa, sería el mejor escenario para los intereses colombianos.

La señora Holguín, asegura también que no desconoce los argumentos válidos de Nicaragua. Incluso ha ido más allá comentando una estadística exitosa de los litigios internacionales de Nicaragua: ha ganado tres, de tres pleitos internacionales sobre territorio, contando uno contra Estados Unidos.

La canciller hace una defensa entendible y previsible sobre los argumentos con que Colombia responde a la demanda, pero deja abierta la posibilidad para que ocurra un fallo en contra de Colombia. Da la sensación de que está abonada la arena política para que algo desfavorable suceda cuando reconoce que con un resultado de la corte se pueden satisfacer posiciones de ambos lados. Anteriormente, también ha hecho referencia en diferentes medios de comunicación a que espera por una "resolución salomónica" de la corte y que "aunque a nadie le gusta que le digan esto ya no es suyo, todo puede pasar".

Que un colombiano cualquiera piense y afirme cosas como ésta no tiene relevancia, pero cuando las frases se le atribuyen a la canciller (encargada de las relaciones exteriores y del proceso específico de la demanda), las responsabilidades y los resultados son totalmente distintos. ¿Qué determinarán los jueces de la Corte Internacional de la Haya sabiendo que no esperamos una sentencia totalmente favorable? ¡Amanecerá y veremos!

Sin embargo mis preocupaciones sobre el manejo que el gobierno, en cabeza de la Cancillería, le da a la situación con Nicaragua no terminan ahí. A ello se le suma una trayectoria genética. Los colombianos debemos saber que la señora María Ángela Holguín Cuellar es heredera de un tupido linaje de Presidentes y Ministros de Relaciones Exteriores como ella. El Archipiélago de Los Monjes; la zona entre el río Putumayo y los ríos Napo y Amazonas; media Península de La Guajira, y hasta Panamá fueron territorios entregados a otros países mediante gestiones o carteras dirigidas por distinguidos miembros de la familia Holguín. En esos casos regalamos nuestra soberanía por preferir las buenas relaciones diplomáticas con los vecinos. Ojalá no pase ahora lo mismo.

Ñapa: el gobierno aplazó la reunión en Cuba con los terroristas de las Farc y la nueva fecha coincidirá con la del fallo limítrofe de la Corte Internacional de Justicia. Por el bien de Colombia, ojalá no sea para que La Habana sirva como cortina de humo ante un posible fallo desfavorable para Colombia.