¡Chávez!

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Tulio Ramos Mancilla

Tulio Ramos Mancilla

Columna: Toma de Posiciones

e-mail: tramosmancilla@hotmail.com

Twitter: @TulioRamosM



Vélez, el hijo del otro Vélez, flamante director del noticiero de Caracol, empieza a hablar con Caracas a su espalda, y lo hace dolido, como amargado, sintiéndose el padre de los venezolanos, quienes no han sabido lo que hicieron, cree, y por los que hay que pedirle a Dios que los perdone por ello; a su lado, una joven, subalterna por supuesto, emula a su joven director, y casi llora describiendo cómo lloraban los partidarios chavistas cuando se supo, a la diez y media de la noche del domingo, que el comandante-presidente había regresado, efectivamente, de la mismísima muerte, para venir a derrotar a sus enemigos (Chávez no tiene rivales, sino enemigos mortales), y quedarse en el poder durante seis años más, cantando, insultando a los gringos, hablando doce horas seguidas, interviniendo donde no lo llamaron, cambiando a Venezuela: siendo Chávez.

Ni Vélez, ni la señorita a su lado, pueden comprender cómo una victoria de Hugo Chávez puede hacer llorar de felicidad a alguien: es ridículo, piensan, sin decirlo ante las cámaras. Pero detrás de ellas, muy seguramente dejarán fluir lo que verdaderamente sienten, la repugnancia que les produce la idea de que un pueblo, cualquiera que sea, en realidad pueda elegir un gobernante como Chávez, por encima de la idea de presidente que desde pequeños tienen en la cabecita: un tipo educado afuera, que siempre usa corbata, que habla como en diciendo misa, que dice lo que conviene ser dicho…, en fin, un individuo muy, pero muy aceptable, para la civilizadísima Colombia.

Lo cierto es que eso no me extraña nada, eso es justamente lo que espero del periodismo nacional; pues, ¿acaso no es eso mismo lo que piensan y dicen muchos compatriotas que aparentemente conocen mejor al pueblo de Bolívar que a su propio, desangrado y muerto de hambre país, Colombia?; y por eso, al informar así, ¿no están los periodistas criollos simplemente recogiendo el sentir de un pueblo al que no hay que ayudar a opinar con argumentos, sino simplemente ayudar a embrutecerse?; pues, ¿no están mezclados, indisolublemente, el periodismo y la política en Colombia? Qué horror.

Periodistas como Vélez y demás no son sino unos cobardes a los que les parece más fácil irse a otro país, donde no tienen responsabilidad, para hablar con más libertad, para dejar fluir sus sentimientos de exclusión social (hay que ver una entrevista que Vélez les hizo a los protestantes paeces en la que parecía un fiscal, como si estuviera todavía en CNN hablando con talibanes), en lugar de estar aquí trabajando contra la corrupción, un sistema de salud y de pensiones que no existe, las conspiraciones de expresidentes resentidos, y un largo etcétera, material que aprovecharía el verdadero periodismo.

Chávez ganó otra vez porque Chávez es una pasión del pueblo venezolano. Chávez es un caudillo. Chávez es Venezuela. Entiéndanlo o no, acéptenlo o no, compártanlo o no, es así. Y punto. Haríamos mejor en Colombia ocupándonos de la sarta de criminales que deciden el destino del país, antes que estar pontificando respecto del bravo pueblo venezolano.

Porque una cosa sí es cierta: allá no es aquí: allá no se permite que lleguen extranjeros a opinar sobre cosas internas, como mansamente aquí se hace, y hasta se alienta. Tal vez deberíamos concentrarnos más en defender a nuestro país de la influencia extranjerizante (gringa y europea), y así lograr un poco de personalidad nacional, a ver si dejamos de ser tan entrometidos y nos ocupamos de nuestros propios asuntos, que no son pocos.