Mujeres y la política

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Alicia Peñaranda Fernandez

Alicia Peñaranda Fernandez

Columna: Opinión

e-mail: apenarandaf@gmail.com

Twitter: @AliciaPenaranda

Web: APconsultoriapolitica.blogspot.com


El estado deseable en procesos democráticos es la participación en igualdad de condiciones de las mujeres y los hombres. El aporte del género femenino en la política se puede analizar desde muchos ángulos.

Estados Unidos se constituye en un panorama interesante para abordar la reflexión. En este país, las mujeres representan el 53% del electorado. El actual discurso del presidente Barack Obama se ha perfilado en procura de la conquista del voto femenino. Ratificando no sólo la importancia de las mujeres en las urnas sino la importancia de la segmentación del discurso en virtud del género; asunto propio del marketing político, disciplina que Obama ha manejado con éxito desde su primera campaña.

Pero, ¿Cómo se comporta la mujer a la hora de elegir? A diferencia de las relaciones sentimentales y decisiones superficiales que diariamente toma, en política, la mujer sabe qué le interesa y cuáles son las soluciones para lograrlo. No piensa únicamente en el corto plazo y antepone los intereses de su familia por encima de los personales. Es consciente de la importancia de cuidar su patrimonio y el futuro de sus hijos. Las mujeres, comparadas con los hombres, están menos dispuestas al riesgo o a la improvisación.

Mientras los hombres toman riesgos para lograr propósitos inmediatos, las mujeres son cuidadosas y selectivas. Según estudios realizados, el voto femenino puede variar en el curso de un proceso. Entre los años 90 y 95, las encuestas revelan que el voto femenino puede cambiar de dirección en el curso de un proceso electoral.

Los candidatos y sus asesores, casi sin excepción, creen saber lo que a la mujer le interesa y lo que ella quiere escuchar. Bajo estas premisas escriben el discurso y diseñan la propaganda. Por ejemplo, Obama se ha dedicado a hablar de la reforma sanitaria, dejando de lado el papel de las mujeres en otras esferas.

La mujer no solo piensa en la familia y el hombre en la economía. Los candidatos en la actualidad deben ser capaces de vender una idea que conmueva a ambos géneros. Hoy el rol de la mujer la lleva a mirar en las propuestas electorales, aspectos que antes eran exclusivamente de interés masculino. El mensaje de los gobernantes tiene que ser más coherente con la realidad de la mujer, ente activo, competente y líder de todo tipo de procesos. No únicamente con temas tradicionales que ellos creen, a la mujer le interesa.