El analfabetismo en Santa Marta

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Carlos Bustamante Barros

Carlos Bustamante Barros

Columna: Columna Caribeña

e-mail: cm-bustamante@hotmail.com



Recientes estudios estadísticos realizados por especialistas en la materia, dan cuenta que el analfabetismo en la ciudad de Santa Marta ha crecido del 30 al 40% en el año inmediatamente anterior del 2011, guarismos porcentuales estos que nos indica que actualmente el departamento del Magdalena supera con creces al departamento del Chocó quien ostentaba hasta hace pocos años el liderazgo nada envidiable de ignorancia por sus características especiales de pobreza, pero que actualmente con los resultados que presenta al superar en calidad educativa al alicaído departamento magdalenense demuestra que están trabajando con éxito para superar esa grave problemática social del analfabetismo que les permite a muchos colombianos manifestar no saber firmar su nombre.

Los mismos estudios estadísticos realizados por organismos especializados señalan que solo el 5% del núcleo estudiantil que sale de la secundaria accede a la educación superior iniciando estudios profesionales en Santa Marta, lo que indica que la gravedad del problema en materia educativa en la vieja urbe de Bastidas es realmente crítico, lo cual merece en razón de su objetividad estudio serio, profesional, en defensa de la educación de Santa Marta y el Magdalena, en la que las nuevas autoridades del Distrito como autoridades administrativas deben asumir plan ambicioso que haga posible la erradicación del analfabetismo a mediano plazo, por el bien de los asociados de la patria de esta región del país, además que es una verdadera vergüenza inaceptable que simulemos nuestra patria a los niveles parias de algunas naciones del mundo con alto índice de analfabetismo, cuando no tiene por qué haberlas ya que poseemos recursos humanos y aún económicos para que en nuestro país no exista el analfabetismo, que oscurece la razón y la visibilidad diamantina de la vida misma.

Sin embargo, los mismos estudios estadísticos señalan también que en las cinco regiones que integran la patria existe igualmente este acuciante fenómeno de ignorancia en algunas zonas con más agudezas que en otras, lo que nos indica que es una situación especial generalizada en el país, de común ocurrencia que merece ser revisado a fondo por el Gobierno Nacional, en la que es menester implementar ambiciosos programas contra el analfabetismo que reduzcan o den a traste con esta vergüenza nacional en pleno siglo XXI.

Es obvio que una problemática de esta naturaleza del analfabetismo en Colombia, en unas regiones más que en otras, requiere de solución que podríamos denominar integral significando con ello que debe trabajarse en varias áreas de tipo social como lo es la vivienda, trabajo digno, salud y por supuesto el tema de la educación, es valga el ejemplo como la construcción de una silla que requiere de cuatro patas para su sostenibilidad ya que no puede funcionar adecuadamente si le faltan esos cuatro soportes angulares que le permite sostener el peso exigido, dicho de otra manera: ¿de qué valen construir escuelas en cada vereda o barrios populares si los infantes no tienen un mendrugo de pan en su estomago?, en esas situaciones particulares la enseñanza no es asimilable y el estudiante termina desertando, objetividades estas que fortalecen aun más la tesis de soluciones integrales a la problemática social esbozada.

Fue mala la hora en que las administraciones del Estado del pasado tuvieron la mala idea de crear leyes para legalizar las grandes brechas y abismos insondables en nuestra nación con privatizaciones en la salud, educación, servicios públicos, cargas estas que deben ser asumidas por el rubro presupuestal de la nación, para que los asociados de la patria puedan educarse, tener salud y servicios públicos gratuitos, en la cual a pesar de los años perdidos con la puesta en práctica de fórmulas sociales equivocadas, es preciso anotar que todavía hay tiempo para que nuestro país marche por sendas deseables de bienestar, prosperidad, paz, cero analfabetismo, aunque para el logro de ese fin encomiable haya que trabajar arduo y con decisión inquebrantable, pensando en el nuevo amanecer de la patria al alcance de todos.