Ojo Mintrabajo: hecha la ley, hecha la trampa

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Escrito por:

Cecilia Lopez Montaño

Cecilia Lopez Montaño

Columnista Invitada

e-mail: cecilia@cecilialopez.com



Con bombos y platillos el ministro de Trabajo, Rafael Pardo, ha salido a contarle al país el éxito de su Ley para el Primer Empleo. Antes del Día de los Inocentes, y en eso tuvo cuidado, anunció que había "unos 400.000 jóvenes, beneficiados con Ley de Primer Empleo". Según el Ministerio de Trabajo, hasta septiembre, cerca de 400.000 jóvenes han sido contratados por 44.035 empresas que han aprovechado los incentivos que da la ley.

Fue sin duda una respuesta al duro artículo de Stefano Farné quien puso en duda la eficacia de la nueva ley. Anota especialmente, en el Informe del Observatorio que dirige, cómo esas medidas parciales que no abordan realmente la complejidad del mercado laboral colombiano, han permitido "un auge de figuras jurídicas, como las sociedades anónimas simplificadas, las empresas de servicios temporales y los contratos sindicales, que tienen las mismas finalidades que las cooperativas de trabajo que se busca eliminar para reducir los costos laborales para los empresarios.

De acuerdo con el análisis de Ferné, basado en cifras oficiales, "después de 9 meses de aplicación de la Ley 1429 a finales de agosto del 2011, había apenas 1,584 nuevas pequeñas empresas que solicitaron pagar con gradualidad los aportes parafiscales correspondientes a sus 11.599 trabajadores." Nada que ver con los 400.000 que anuncia Min Pardo.

Continúa Farné, "estos decepcionantes resultados son confirmados por otra fuente: según los registros de las últimas encuestas de hogares disponibles, a nivel nacional la tasa de informalidad era de 65,7 por ciento en el 2010 y quedó en 65,6 por ciento en el 2011." Es decir, la ley no sirvió para nada.

El Observatorio del Mercado Laboral del Externado de Colombia es una entidad muy reconocida y especializada en análisis del mercado de trabajo colombiano. Reconoce que están dadas las condiciones para que se registren avances en términos de ocupación y de mejores remuneraciones, gracias al buen comportamiento de la economía y a la lenta, pero recuperación de todas formas, de sectores como el rural, la industria y especialmente la construcción. Pero Pardo no puede acelerarse a atribuirle estos beneficios a una ley sin tener en cuenta el principio colombiano: hecha la ley, hecha la trampa.

¿Qué hicieron los empresarios para que Mintrabajo obtenga semejantes resultados? De manera sutil, Ferné lo sugiere. Se require mayor vigilancia y control por parte del Estado para que ya la trampa no esté lista, fraccionando empresas, duplicando empleos y otras prácticas ya utilizadas en otras circunstancias.

De todas formas, estas dos posiciones tan distintas necesitan una verdadera aclaración por parte del Gobierno, y particularmente del Ministro de Trabajo, y no basta con la posición triunfalista de Pardo. Ferné es un analista serio y tiene el respaldo de su institución. Es de nuevo la academia enfrentada a la política, y como es obvio, se le cree más a la primera que a la segunda.

Ministro Pardo, no subestime tan fácilmente un análisis sobre su ley y más bien mande a averiguar que hicieron sus subalternos para llegar a semejante cifra de 400 mil nuevos empleos para jóvenes. Por su propio bien, asegúrese que no le estén haciendo conejo, o los empresarios o sus subalternos que buscan hacerlo feliz. Todos los que hemos ocupado posiciones gubernamentales hemos pasado por esto. Unos se dejan engañar y otros no; y por el bien del país y el suyo propio, ojalá usted sea de los segundos y no de los primeros.