Qué tronco e’ calor.

Columnas de Opinión
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Escrito por:

María Vélez Rojas

María Vélez Rojas

Columna: Opinión

e-mail: mariavelezrojas95@gmail.com


Últimamente la frase que más he escuchado es: ‘qué tronco e’ calor’ y no es para menos. Podría considerar en estos momentos una prueba de alto riesgo ir hacer ‘vueltas’ a las 2 pm o si quiera, ir solo por alguna compra a la tienda de la esquina. Se ha vuelto hasta un ritual bañarse 3 veces al día, porque solo a las horas de bañarte por primera vez ya te sientes cómo quién diría ‘mojoso’, te pica todo y te pones de mal genio.

Resulta irónico percibir también cómo parece asomarse la lluvia, pero siempre termina por ser un falso llamado a la emoción del samario que se ilusiona por la llegada de alguna solución que mitigue -al menos, temporalmente- las altas e insoportables temperaturas que vive nuestra ciudad.

Conversaba con mis amistades, que algo que me encantaría en estos momentos sería que la cultura de nuestra ciudad se prestará para salir a la calle vestidos de manera mucho más ligera a la habitual, o al menos, sí cómo se nos antojara, sin importar el tan fastidioso ‘qué dirán’, o peor aún, el exceso de morbo que se percibe de manera incómoda por parte de aquellas personas con ausencia de cualquier tipo de inteligencia y que reflejan de manera atrevida, su lamentable ignorancia ante la naturaleza del cuerpo de una mujer. Y digo lamentable, porque dichos sujetos, se aferran visual y verbalmente a la libre expresión del que resulta pasar por su lado, generándole un asco perturbador e inmensurable a su psique, volviéndola una víctima más de las bajezas de sus morbos.

Suena maravilloso imaginar, un mundo en que el jean no se perciba cómo una obligación, sino más bien cómo una tortura ante el contexto climático en el que nos encontramos. Resultaría mucho más fantástico, pensar que el día de mañana puedes salir de ‘X’ manera porque la prioridad es que no te desmayes del calor o porque simplemente así lo quisiste. Es raro, pero, aunque parezcan temas opuestos, el clima me ha puesto también a reflexionar sobre esto. Y es que, no quiero abrazos, ni que me toquen, ahora mucho menos un montón de ropa protocolaria encima de mí.

Me resulta más que perverso, vergonzoso, como una sociedad no se encuentra mentalmente apta para que sus ciudadanos ante estas temperaturas puedan salir más ligeros. Deberían ser conceptos básicos de entendimiento. Debería ser hasta una imposición local. Una urgencia sanitaria. ‘Salgan cómo se les dé la gana. Hay gente desmayándose, con fuertes dolores de cabeza, mareos, vómitos y hasta personas con ataques al corazón. Les generáremos garantías ante quienes intenten violar su libre desarrollo de la personalidad’. Que dejen las etiquetas a un lado en los trabajos también, así sea temporal. Ésta más que comprobado que estamos ante un tema no de estética, pero sí de salud y eso es prioritario hasta en la constitución.

Aunque para ser sinceros, también sería una buena oportunidad para irnos cuestionándonos otros temas que nos generan estrechez mental e incomodidad en nuestra cotidianidad.

En fin, qué tronco e’ calor.