Gina Lollobrigida y su recuerdo indeleble

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



Gina Lollobrigida fue considerada la mujer más bella del mundo. Falleció el 16 de este mes en Roma.

Muchas actrices que llenaron las pantallas durante las décadas de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado dejaron una impronta profunda en los cinéfilos de esa época. Con solo anunciar a una de ellas como protagonista, la entrada a los cines estaba garantizada. No era para menos: perderse de contemplar la armonía de esos cuerpos y, sobre todo, privarse de llenar las pupilas con tremendas esculturas humanas, constituía casi un pecado.

Gina Lollobrigida nació el 4 de julio de 1927 en Subiaco, Italia. Su verdadero nombre era Luigia Lollobrigida. En sus años juveniles trabajó como modelo en desfiles de ropa. En concursos de belleza logró el segundo lugar como Señorita Roma y el tercer puesto en Señorita Italia 1947. Ese año la reina fue Lucía Bosé, después esposa del famoso torero Luis Miguel Dominguín y madre del cantante Miguel Bosé.

La diva italiana se desempeñó en el cine cuando hacían carrera triunfal en la pantalla otras actrices de igual fama, casi todas símbolos sexuales. Que recordemos, fueron íconos destacados las fallecidas Marilyn Monroe (1926-1962), Silvana Pampanini (1925-2016), Silvana Mangano (1930-1989), Lucía Bosé (1931-2020) y Rossana Podestà (1934-2013). De las que aún viven citamos a Claudia Cardinale (1938- ), Brigitte Bardot (1934- ), Sophia Loren (1934- ) y Catherine Deneuve (1943- ).

En 1947, Howard Hughes, magnate de la industria cinematográfica y de la aviación, quiso llevar a Gina Lollobrigida al cine norteamericano pero la actriz no se sintió cómoda; se dice que por su escaso dominio del inglés y por las pretensiones amorosas de Hughes. Sin embargo, en 1953 entró la actriz al mundo de Hollywood con la película “La burla del diablo”, en la que alternó con Humphrey Bogart y Jennifer Jones. Poco después fue coprotagonista en la película francoitaliana “El gran juego”. Por su papel protagónico en la película “La mujer más bella del mundo”, Gina Lollobrigida recibió el Premio David Donatello en 1955. La actriz no permitió que se doblara su voz al interpretar las canciones de esa cinta.

Así como Marcello Mastroianni se convirtió en el galán preferido para trabajar con Sophia Loren, en muchas de las películas italianas de Gina Lollobrigida su pareja más frecuente fue Vittorio Gassman. 

Sin duda, la época más gloriosa de Gina Lollobrigida fue entre 1950 y 1970. En 1956 filmó “Trapecio”, con Burt Lancaster y Tony Curtis. Ese mismo año protagonizó “Nuestra Señora de París” (“El jorobado de Notre Dame”), con Anthony Quinn. En 1958 fue la actriz principal de “Salomé y la reina de Saba”, con Yul Brynner. En 1959 Trabajó con Frank Sinatra en “Cuando hierve la sangre” y actuó con Yves Montand en “La ley”. En 1961 la actriz italiana filmó dos películas exitosas: “Desnuda frente al mundo”, con Anthony Franciosa y Ernest Borgnine, y “Tuya en septiembre”, al lado de Rock Hudson. Con este último filme ganó un Premio Globo de Oro. En 1962, “Venus imperial” le permitió ganar otro Premio David Donatello. En 1964 trabajó con Sean Connery en “La mujer de paja”. En 1965 volvió a trabajar con Hudson, esta vez en “Habitación para dos”. En 1966, con Alec Guinness filmó “Hotel Paraíso” y en 1968 ganó su tercer Premio David Donatello con la película “Buenas tardes, señora Campbell”.    

Además de modelo y actriz de cine, ejerció como periodista y fotógrafa. Se cuenta que fue la primera mujer que entrevisto a Fidel Castro en los primeros meses de la Revolución cubana. Gina Lollobrigida incursionó en la política en 1999 pero nunca pudo ingresar al Parlamento Europeo, como era su deseo, en representación de Italia. Sin embargo, ese mismo año fue nombrada Embajadora de buena voluntad de las Naciones Unidas. 

Los admiradores de Gina Lollobrigida en el mundo tienen razones para lamentar su deceso. Y aunque se quedaron esperando que en algunas de sus películas saltara, ¡por fin! el broche de su brasier, la amaron a lo largo de sus noventa y cinco años.