Un buen acuerdo

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Miguel Lacouture Arevalo

Miguel Lacouture Arevalo

Columna: Opinión

e-mail: clearyclear@gmail.com

Twitter: @lacoutu


Escribo como empresario del campo orgulloso de mi pequeña ganadería que intento reconstruir después de embates, ataques constantes y abandono Estatal, desde la permanentemente estigmatizada, perseguida y apaleada empresa por las pequeñas minorías que se han apoderado de los discursos ambientalistas, animalistas y veganos.

Desde antes de entrada en vigencia del Gobierno Petro por diferentes circunstancias se nos ha tenido como grandes tenedores de tierras. La ganadería en Colombia ocupa “de 114 millones de hectáreas con las que cuenta el país, 26 millones tienen posibilidades para la producción agrícola, pecuaria y forestal, y solo se produce en 6,3 millones de hectáreas (24,2 %). De los suelos netamente agrícolas, que son 11,3 millones de hectáreas, solo se aprovecha el 35%. En contraste, hay 8 millones de hectáreas de vocación ganadera y a las actividades de pastoreo (traslado del ganado de un lado a otro), se dedican 38 millones de hectáreas); las razones se encuentran en la muy baja disponibilidad de infraestructura productiva instalada  para el desarrollo agrícola sea de tipo estacional, tardío o perenne rendimiento, lo que se refleja necesariamente en la baja ocupación de tierras fértiles en labores  de producción de alimentos o materias primas para su transformación agroindustrial. La agricultura sin infraestructura está sometida a altos componentes de aleatoriedad, peor aun cuando se hace sin Buenas Prácticas Agrícolas (B.P.A); Por ello se pone sobre la mesa en el cuerpo del acuerdo como punto primordial “La Integralidad”, y así el logro de la Reforma, sus alcances toquen todas las aristas de formación del propósito buscado.

El acuerdo crea el concepto de “Núcleos Territoriales”, entendidos como la focalización de la mayor cantidad de tierra fértil unida, cercana,  en bloques preferentes para poder realizar programas de producción en estándares, atendiendo recomendaciones del Catastro Multipropósito, junto a los mapas desarrollados por la “Upra”, en síntesis, los  Núcleos Territoriales les permitirán al Gobierno desarrollar el concepto economía agropecuaria con dirección centralizada para atender los requerimientos que tenga el Estado para sus connacionales  frente a su obligación de garantía de Seguridad Alimentaria.

El Acuerdo Gobierno/Fedegan, se mueve en principio en el concepto de la Paz Total, para lograrlo no basta con el sometimiento de las bandas criminales, no, se hace necesario que el Estado a través de su institucionalidad genere condiciones integrales básicas para quienes se acojan tengan oportunidad de reintegrarse a la sociedad mediante actividad lícita y legal, junto a los campesinos sin tierra o con tierra insuficiente puedan acceder a ella sea mediante la titularización o arriendo.

Es un buen acuerdo: simplemente porque a través de él baja la tensión de invasiones y avasallamiento. porque no hacemos parte del gobierno y nos encontramos en oposición a quien pareciera  no cohabitar con la libre empresa rural y, busca a toda costa control del aparato productivo. A través del acuerdo el gobierno podrá focalizar y direccionar la producción en un segmento de emprendimientos agropecuarios, no en todos; la Reforma Agraria  va como meta, es una propuesta de Gobierno y, la pueden adelantar sin nuestra participación como gremio forzando la venta de inmuebles a través de expropiaciones o democratización con presión fiscal, aún contra la voluntad de tenedores.

El acuerdo  permite integrarnos e influir en la toma de decisiones en el futuro próximo de manera racional; simple y llanamente porque estaremos adentro en la toma de decisión. 

Desde la perspectiva del ganadero, tiene como propósito particular la producción intensiva, entendida como el aumento de cargas hectárea año en sistemas silvopastoriles que en adelante deben ser el soporte de la ganadería colombiana, no solo en pastoreo a PAS, (pasto, agua y sal), se hará en adelante como está implantando mediante  garantía de sostenibilidad ambiental que ofrece el silvopastoreo con el compromiso de apoyo frontal firmado por el Estado.

Seguramente vendrán detractores con sobradas razones de desconfianza, pero tengamos claro, El Gremio siempre estará en las órbitas del poder influyendo o intentando participar para que el impacto sociopolítico que se ve venir no destruya lo construido.

Por último, el pago de tierras productivas por parte del Gobierno sea en efectivo o títulos de deuda pública es una situación que se sale de las razones por las cuales se decidió hacerse parte del acuerdo; es el gobierno quien en medio de las dificultades del porvenir deberá disponer la fuente de pago efectiva y oportuna para que sus promesas prosperen, sin certeza de pago no habrá ofertas individuales de venta de tierras productivas.