Giorgia Meloni

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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



El triunfo de la alianza de derecha en Italia se daba por hecho, así como se esperaba que dentro de esa alianza Giorgia Meloni o Fratelli d’Italia sacaran el mayor número de escaños en senado y cámara. Aunque no hay una norma que así lo diga, si existe una costumbre que consiste en que quien tiene el mayor número de votos elige al presidente del consejo, y generalmente se elige al líder del grupo mayoritario.   Podría haber sorpresas, pero es poco probable, y siendo así las cosas, la próxima presidenta del consejo será Girogia Meloni.

El predecible resultado se dio después de una estrecha victoria de la derecha también en Suecia. Falta por ver qué sucede en España a finales del año.  Queda la impresión de que la Europa Occidental está girando a la derecha.

Mientras tanto, nuestra América Latina, se ha movido a la izquierda, y probablemente al publicarse esta columna sabremos ya si la izquierda logró alzarse con la joya de la corona, Brasil. 

Quiero referirme al caso italiano porque es la primera vez en la historia de Italia que una mujer ocupa tan alta dignidad.  Sin embargo, esto ha despertado temores entre los y las feministas, quienes no se alegran de este histórico logro sino todo lo contrario.  Todo porque es una mujer conservadora.  Su lema es Dios, Patria y Familia.  En la cultura de la cancelación de hoy estas son malas palabras.

Según la izquierda, ni Dios ni la Patria ni la Familia existen.  Son invenciones que hay que derogar a punta de callar a los que creen lo opuesto.  Obviamente, si existiera Dios, la Patria y la Familia (capitalizadas), muchas de las luchas de los progresistas perderían sentido.  Al frente de estas luchas, el “derecho” al aborto y la familia igualitaria.  Con Dios, el derecho al aborto se convierte en asesinato.  Como los cristianos nos oponemos a la cultura de la muerte, entonces, la solución es asesinar a Dios.  No se necesita sino ver lo que sucedió en Bogotá con la marcha pro aborto, donde unas feministas desadaptadas intentaron prenderle fuego a la Catedral Primada de Colombia.

El aparente ascenso de la derecha en parte de Europa preocupa a líderes progresistas porque temen que suceda lo mismo en sus países.  Incluso Biden la semana pasada en un evento del Partido Democrático se refirió específicamente a lo acontecido en Italia para advertir a sus copartidarios sobre lo que podría suceder en los Estados Unidos este noviembre y en 2024.  Según Biden, todos los logros ambientalistas y sociales se irían por la borda.  Pronunciamiento que viene días después de que Blinken felicitara a Meloni y resaltara la amistad y alianza entre Italia y los Estados Unidos.  En la mente de Biden y de muchos líderes, Meloni es fascista.  Es el regreso de Mussolini al poder y por esto la atacan con toda la visceralidad posible.  Lo increíble es que nadie debería sorprenderse de la victoria de Meloni porque después de todo Italia es un país católico con un fuertísimo sentido de la familia.  Por derecho propio, Italia es una sociedad tradicional. 

Son absurdas las comparaciones con Mussolini y no resisten el menor análisis.  A aquellos que se la pasan acusando de fascistas a todos los que tenemos valores conservadores, les recomiendo darle una mirada a la historia y entender lo que es el verdadero fascismo, una forma de totalitarismo.  Simplemente el fascismo no es una ideología exportable ni asimilable a nada de lo que existe hoy.  Fue un fenómeno doméstico en una época determinada.  Hasta donde sé, hoy no hay en marcha en el mundo ningún experimento totalitarista…excepto el de la izquierda progresista, abortista y ambientalista que quiere crear un hombre, una familia nueva y una sociedad nueva.