Edificios extraños

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



 Cada día los constructores nos sorprenden con obras que atrapan por hermosas, grandiosas o extrañas. La exuberancia de Dubái es un ejemplo; un derroche de dinero, tecnología y modernidad con resultados no siempre acertados, como las islas artificiales que representan el mundo, hoy desocupadas. La naturaleza recupera los espacios arrebatados.

Algunos países disputan la primacía de exóticas edificaciones: Dubái tiene el edificio más alto del mundo, el Burj Kalifa; el hotel más lujoso, Burj Al Arab, y la Torre Dinámica, cuyos pisos giran independientemente. Tailandia muestra edificios en forma de elefantes y robots. En Singapur, el Marina Bay Sands asombra: es la azotea más alta del planeta con la piscina elevada más grande que existe. El Hotel Oasia es la más alta torre verde conocida; allá también es posible vivir en un edificio lleno de vegetación, el Edén. No son los únicos de esa ciudad-estado. China se destaca por construcciones majestuosas; su potente economía les ha permitido tener el radiotelescopio más grande con 500 metros de diámetro y otras megaconstrucciones; la Ópera de Guangzhou en Cantón es tan asombrosa como el túnel Taihu, una autopista submarina de casi 11 kilómetros de largo y doble calzada de seis carriles. Igualmente, construyeron el puente sobre el mar de mayor longitud, el Hong Kong-Zhuahi-Macau, más de 54 kilómetros de doble calzada y seis carriles que conecta a esas tres ciudades. El Centro Nacional de las Artes Escénicas en Beijín, “el huevo”, tiene 12.000 metros cuadrados, tres salas principales y capacidad para más de 5.000 personas simultáneamente en varios escenarios.

Hay edificaciones de curiosa construcción. En pleno Manhattan está el antiguo AT&T Long Lines, una torre sin ventanas que, dicen, fue construida para resistir un ataque nuclear. En Beijing se erigió una mansión rural en la azotea de un edificio residencial; fue demolida por incumplir distintas normas. Pyongyang, la capital de Corea del Norte, aloja el edificio desocupado más grande del mundo, el Hotel Ryugyong; tiene forma de pirámide, 105 plantas y las constantes crisis económicas detuvieron su terminación. Róterdam exhibe su Kubuswoning, un conjunto de 32 casas cúbicas de 100 metros cuadrados cada una, giradas 45 grados y sostenidas por pilares hexagonales que asemejan un bosque abstracto; recuerdan al conocido edificio Hábitat 67 de Montreal, Canadá, hoy un símbolo de la ciudad y objeto de estudio arquitectónico. La asimetría abre espacios propios con la “casa de baile” en Praga, también llamada la “casa borracha”; aun cuando fue premiada por la Revista Time, es una excéntrica construcción en un entorno tradicional. Se asemeja a la “casa torcida” (Kryywy Domek en polaco) en la ciudad de Sopot, inspirada en los comics de Jan Marcin Szancer y Per Dahlberg.

La casa de piedra, localizada en las Montañas Fafe de Portugal, fue levantada entre dos enormes rocas unidas por hormigón semejante al de las piedras; parece inspirada en la casa de los Picapiedra. Alejada de las zonas urbanas atrajo tal afluencia de turistas que el dueño se mudó dejando la casa como un atractivo turístico. Wonderworks es un conjunto de seis construcciones iguales en diversas ciudades de Estados Unidos, de estilo neoclásico construidas “patas arriba”; su diseño exterior las hace parecer como si se hubieran estrellado contra el piso y sufrido daños; funcionan como museos.

Brasilia posee una colección de edificios distintivos. Se destacan la Catedral, el palacio del Congreso Nacional y el Templo da Boa Vondade, una pirámide de siete caras. El Centro Financiero de Bund, Shanghai, tiene dos paredes exteriores que parecen elaboradas de bambú y se mueven en sentido contrario. Londres exhibe un pepinillo, un rallador, un walkie talkie y un huevo. Barcelona tiene un supositorio y una copia del Burj Al Arab. Los objetos inspiran a los constructores: un pez en la India, un cesto en Ohio, una antigua moneda de cobre en Guangzhou y una tetera en Wuxi Wanda, una botella en Sichuan. Ovnis, zapatos, jarras, o calzoncillos invaden el espacio urbano… Edificios extraños, ciertamente.