Colombia es un país de mucha variedad de regiones. Hay municipios en los mismos departamentos que son muy diferentes los unos de los otros y que carecen de vías de comunicación que los acerquen a sus capitales y que les facilite sacar sus productos a comercializar en los mercados de las grandes ciudades.
En cada región encontramos diferentes idiosincrasias en sus habitantes, y dentro de los mismo departamentos de igual manera su forma de trabajar es distinta de un lugar a otro, ya que los climas y los terrenos son aptos para diversos cultivos, pero hay que apoyarlos a todos para que puedan progresar y darle lo mejor a su familia y logren la felicidad que tanto necesitamos los colombianos.
De igual manera debemos estar abiertos a la internacionalización de la economía para que lleguen los grandes capitales del mundo que le den trabajo bien remunerado a un sinnúmero de personas que tanto lo necesitan en nuestro país.
Además para colocar nuestros productos en los mejores y mayores mercados del mundo donde los paguen a buenos precios, y así evitaremos que nuestra población se involucre en los negocios ilícitos, como son: los movimientos guerrilleros, los grupos delincuenciales o lo que es peor en el narcotráfico que tanto mal le ha hecho a Colombia y a la humanidad.
Colombia es un país en su mayoría católico y consagrado al Sagrado Corazón lo que nos ha salvado siempre de mayores desgracias ya que aún conservamos la fe en las enseñanzas de Jesucristo. Enseñanzas que nos educan en la justicia, la armonía entre las personas y la ayuda al necesitado, y esto nos debe hacer personas más honestas, más caritativas, y más positivas en todo lo que emprendemos.