Roe v Wade

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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



Ha pasado ya casi medio siglo desde que la Corte Suprema de los Estados Unidos decidió el caso Roe v Wade. Uno de los precedentes legales que más ha influido a nivel global y que se dio en medio del fervor del Civil Rights Movement y de la desesperanza post guerra de Vietnam. Los coletazos de este polémico fallo aún se dejan sentir en nuestras latitudes; recientemente la Corte Constitucional colombiana declaró legal el aborto hasta las 24 semanas de gestación.

La semana pasada se filtró a los medios estadounidenses el proyecto de sentencia en el que básicamente se propone terminar el derecho federal a abortar y se le deja la decisión a los electores de cada estado bajo la Décima Enmienda Constitucional. La reacción del partido demócrata y de los activistas sociales ha sido violenta y desencajada. Ni Biden ni las figuras demócratas más relevantes en el Congreso han condenado la filtración a los medios de dicho proyecto de ponencia, a pesar de la gravedad del hecho. Una presidencia desastrosa y acorralada y un partido demócrata que confronta la posibilidad de un verdadero tsunami en noviembre que le daría la mayoría al partido republicano en ambas cámaras, los obliga a aferrarse al tema del aborto como la tabla de salvación que evite la inminente debacle política.

La sentencia Roe v Wade ha sido criticada desde siempre porque fue producto más de un activismo judicial que de un ejercicio juicioso a la luz del derecho. En realidad, en la Constitución Política de los Estados Unidos no está consagrado el derecho al aborto, y sin duda el asunto pertenece a la esfera estatal por ser los Estados Unidos una Federación. Hay estados conservadores como La Florida y Texas, y otros liberales como California y Colorado. En la realidad no desaparecería el “derecho” al aborto, ya que si es prohibido en un estado, la madre gestante se trasladaría a otro estado donde sea legal.

Más allá del tema legal, el aborto siempre será un asesinato injustificado. Hace cincuenta años la ciencia médica no contaba con la tecnología con que cuenta hoy, donde podemos ver con imágenes impresionantes el ser humano que habita en un vientre. Hace cincuenta años tampoco se contaba con todas las herramientas con que se cuentan hoy para impedir el embarazo o para terminarlo, si se está de acuerdo con tal crimen, en la fase tempranísima del mismo. Piénsese en la píldora del día después y similares. Valga la pena aclarar que en Roe v Wade es legal el aborto en cualquier etapa del embarazo. Mal pensando, pienso que quizás la razón por la cual hoy se hacen abortos en los dos últimos trimestres es porque hay un gran negocio de venta de órganos y demás.

Planned Parenthood, la organización que más promueve el aborto en los Estados Unidos es el hijo de la señora Sanger, fundadora del Ku Klux Klan y que por razones eugenésicas quería limitar lo más posible el crecimiento poblacional de la minoría negra. Como dato estadístico interesante, actualmente casi el 80% de las clínicas de abortos de Planned Parenthood están cerca de los barrios de las minorías. Reviste la mayor ironía que las minorías defiendan con tanto ahínco lo que consideran un derecho, cuando en realidad es todo un proyecto para evitar que se multipliquen por ser consideradas razas inferiores.
Como persona de fe y como abogado, espero que finalmente se adopte por mayoría el proyecto de sentencia del magistrado Alito. La esperanza es que así como Roe v Wade ha tenido una gran influencia mundial legalizando el aborto, lo opuesto suceda si se adopta la nueva posición jurisprudencial.