Vote por el país que quiere

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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



La democracia es un sistema que cuando las sociedades no son maduras y desarrolladas, presenta falencias, que a veces nos hacen verla como un sistema fracasado. Sin embargo, es imperativo persistir en los caminos democráticos e ir corrigiendo las falencias; también es imperativo resistir las tentaciones autoritarias.

La invasión injustificada de Rusia a Ucrania nos da una idea de lo que son capaces los regímenes autoritarios cuando los pueblos no se les doblegan. Los regímenes autoritarios tienen cero respetos por la vida humana y por esto son capaces de cometer horrendos crímenes. En el ámbito doméstico, encarcelan opositores, cuando no los asesinan, y no permiten un ejercicio político libre que coloque en peligro su monopolio del poder.

En Colombia somos afortunados de tener una democracia -aunque imperfecta- y debemos valorarla y defenderla por el bien de todos. El 13 de marzo los ciudadanos irán nuevamente a las urnas a elegir un nuevo congreso. Esperamos que esta cita con la democracia se caracterice por el ejercicio responsable del derecho al voto. Máxime cuando no sabemos quién pueda ser el próximo presidente de la república. El congreso podría ser llamado a cumplir la misión histórica de ser la última línea de defensa de nuestra democracia.

Ojala elijamos un congreso que realmente represente los intereses y las preocupaciones ciudadanas. Mientras sigamos eligiendo congresistas que no tienen vocación de servicio a los demás sino vocación de servirse a sí mismos y a sus compinches, nuestro destino estará marcado por la pobreza, la ignorancia y la violencia.

Es una ilusión creer que nuestros problemas van a desaparecer con más cárcel para los corruptos o pena más duras. La corrupción es una hidra a la que, al cortarle una cabeza, le crecen diez más. La solución más eficiente y eficaz es votar bien y a conciencia por las personas más idóneas y no por las que pueden favorecerme en lo particular.

Para cambiar al país y avizorar un futuro promisorio no necesitamos revoluciones armadas ni mesías. Lo único que necesitamos es una rebelión del ciudadano en las urnas. Si a usted le dijeron que para mantener su trabajo tenía que poner un número de votos a favor de un candidato, rebélese. Esto además de ser un delito electoral, es inaceptable. A usted lo contrataron por su conocimiento y por lo que aporta a la empresa y no para ser parte de un entramado corrupto. Nuevamente, rebélese y vote por quien usted cree representa mejor sus intereses y los de la comunidad.

El pueblo ucraniano y su presidente Zelenski nos han dado, y le han dado al mundo, una lección de valor y coraje. Como ante un ejército mucho más numeroso y mejor preparado, están dispuestos a morir luchando por la libertad, por lo que es correcto, por el futuro de su país. Un ejemplo digno de emular. Hay hoy pueblos hermanos subyugados por dictaduras porque les ha faltado el valor para pelear por su libertad; y todo comenzó eligiendo mal, eligiendo quimeras.

Hay puntos de inflexión en la historia que deciden cual derrotero tomaremos, y este momento electoral es uno de esos. Usted tendrá que elegir entre el candidato que le impone alguien o quizás su propio estómago, o el candidato que realmente puede hacer algo por usted y el futuro del país, aunque no le represente nada en lo personal. Hacer lo correcto requiere coraje y valor, y mi invitación es a que hagamos lo correcto. Lo invito a rebelarse el 13 de marzo por el bien del país. No vote por corruptos y ayudemos a que el congreso se convierta en un templo de la democracia y deje de ser la letrina que hoy es.