Energía asequible y no contaminante

Columnas de Opinión
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Siguiendo con la línea de análisis y opinión hoy nos enfocamos en el séptimo punto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU que destaca la importancia de la energía asequible y no contaminante para la transformación del mundo. Colombia no es la excepción en el desarrollo de este objetivo; el cual reconoce que el acceso a energía eléctrica es vital para el crecimiento económico del País, cabe resaltar que el sector energético es responsable del 60 por ciento de la emisiones de gases efecto invernadero. Hoy, invertir en energías limpias, tecnologías y en sostenibilidad, es una tarea inaplazable.
Es importante mencionar que el acceso a energía asequible y no contaminante (ODS-7) es uno de los determinantes del desarrollo económico y productivo, del bienestar social y de la protección y conservación ambiental de un país. En consecuencia, y dada su importancia, este objetivo se ve reflejado en la implementación de acciones y planes que contribuyan a la mitigación del cambio climático; es la implementación de acciones que contribuyan a la mitigación del cambio climático.

Para ello es fundamental impulsar la eficiencia energética y el uso de fuentes de energía renovables no convencionales, así como promover el desarrollo de un sector energético más innovador, competitivo, limpio y equitativo. En consecuencia, es fundamental que se amplíe la cobertura de energía proveniente de fuentes renovables y no contaminantes, como resultado de proyectos y pilotos innovadores. Además de los esfuerzos del Gobierno, la consecución de este objetivo requiere del compromiso del sector privado, en especial del sector de hidrocarburos y minero- energético.

Además de financiar inversiones sociales que contribuyen a una mejor calidad de vida de las comunidades, el sector minero-energético tiene el potencial de seguir innovando y contribuir al propósito del gobierno de disponer de una matriz energética segura, diversificada, limpia, de calidad y resiliente al cambio climático en el corto, mediano y largo plazo; en línea con los compromisos internacionales adquiridos a través de los años.

El mundo está avanzando hacia la consecución del (ODS-7) con indicios alentadores de que la energía se está volviendo más sostenible y ampliamente disponible. El acceso a la electricidad en los países más pobres ha comenzado a acelerarse, la eficiencia energética continúa mejorando y la energía renovable está logrando resultados excelentes en el sector eléctrico. La demanda de energía asequible aumentará a la par del crecimiento de la población mundial; esta energía debe ser además limpia y garantizar el acceso para todos a una energía a bajo costo y segura es indispensable para un desarrollo sostenible. Valorando las diferentes fuentes de energía actuales como la solar, la termal y la eólica, contribuyen a alcanzar las metas del (ODS-7), pero para ello es crucial realizar las inversiones necesarias en infraestructuras y nuevas tecnologías, sobre todo en los países en desarrollo.

Un papel muy importante juega la cooperación internacional que desde mi punto de vista es crucial para facilitar el acceso a la energía a bajo costo en países en desarrollo. Mediante convenios entre naciones es posible alcanzar la eficiencia energética y reducir las emisiones contaminantes en todo el planeta. Pero también hace falta la disposición de los países cuyas economías dependen de los combustibles fósiles para buscar fuentes alternas de ingresos. La responsabilidad y el compromiso de los países debe ser mayor para lograr el acceso universal a la energía limpia y sostenible.

Las políticas e inversiones en el sector energético deben apuntar a la extensión del uso de las nuevas tecnologías y a la sustitución de las fuentes altamente contaminantes, sobre todo en el sector público; financiar las investigaciones y el desarrollo de estas nuevas tecnologías es vital para el futuro del planeta.