Sombreros del mundo

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



Para los años 20, las mujeres usaban tocados, diademas adornadas y una especie de bombín con ala caída, el Clôche; diseñado por Caroline Reboux, era predominante. Acampanado y ajustado a la cabeza, no permitía el cabello largo. En “El Gran Gatsby” Robert Redford calza un Panamá Hat.
En los 30 y 40, sombrero, tocado y guantes son obligatorios para las damas elegantes. Finalizando los años 40, Christian Dior con su “new look” retira el sombrero femenino de sus colecciones; Yves Saint Laurent le da una estocada con el “prêt-à-porter”, pues sus influyentes diseños dan más importancia al cabello. El sombrero decae, pero no muere. Lo usaron las divas, Gardel, gangsters y policías en las películas de Hollywood; persisten el sombrero de copa y otros igualmente reconocidos. Roy Halston diseña para para Jackie Kennedy el Pill Box que le caracteriza. Grace Kelly impone la Pamela, de anchísimas alas, con la película “Alta sociedad”, de 1956. Para los años 60, el floppy cubre las cabezas femeninas; de Jodie Foster (Taxi Driver, 1976) lo adopta el movimiento hippie.

Definitivamente, el cine influyó mucho en la moda. En los años 70, el Tribly se transforma en el Fedora femenino, más ligero y casual, y el porkpie adorna las cabezas masculinas. Es de copa baja, abovedada y alas estrechas, como el de Rubén Blades; antes negro y de fieltro, hoy es unisex, multicolor y de distintos materiales. Hacia finales del siglo XIX era femenino; regresa masculino gracias a la película “French connection” (1971), usado por Jimmy “Popeye” Doyle (Gene Hackman).

La carrera de caballos en Ascot exige rigurosa etiqueta y el sombrero es de uso obligatorio. El “Lady´s Day” es una pasarela de extravagantes sombreros de moda. Los hombres portarán sombreros sin accesorios como cintas coloridas, y serán de copa del mismo color de su obligatorio terno; solo podrán quitárselo en los restaurantes, terrazas y palcos privados. Hay una guardia especial cazando infractores, que serán expulsados cortésmente. En Grandstand y Silver Ring la moda permitida es más casual. Esta norma fue impuesta por los Windsor como signo de respeto al monarca. La Reina Isabel jamás se quita el sombrero en público o en actos oficiales. Mussolini usaba una especie de gorro frigio etrusco. Hitler¸ además de sus gorras militares, en el campo usaba un clásico tirolés. Churchill siempre portaba un Homburg. Roosevelt casi nunca usó sombrero; Hirohito, solo ocasionalmente.

En “La Naranja Mecánica”, una tribu urbana usa bombines; los músicos británicos imponen el sombrero de copa en los escenarios. Carlos Santana se presentaba con un Fedora masculino negro, el mismo de Gabriel Rondón. Pedro Navaja usa un “sombrero de ala ancha de medio lado”. El sombrero de Yarey cubano fue representado en caricaturas por el personaje Liborio desde 1902, y popularizado por la Original de Manzanillo. Los indígenas de los Andes usan el chuyo, y las mujeres el bombín, signo de distinción. El Non lá, un cono invertido de paja es característico de Vietnam y otros países asiáticos. En Nepal usan el Topi; Turquía y Norte de África, el fez. Para los mexicanos, el sombrero de charro es el más representativo; el chinaco de Speedy González es también reconocido. Los chilenos usan el chupalla, de los huasos; los gauchos portan el panza de burro. El rastafari, característico de Bob Marley, es una especie de boina gigantesca donde caben las extensas trenzas, tejida con los colores de Etiopía. La Policía Montada de Canadá usa el mountie. A Daniel Boone le asignaron el coonskin cap (gorro de piel de mapache) de los colonos, que realmente era nativo. El kufi keniano lo lució Joe Arroyo; el de corchos es característico de Australia. Las francesas portan el beret, una boina de colores; la txapela vasca es negra. La boina militar es usada por muchos ejércitos del mundo. Los gondoleros venecianos portan una especie de canotier con coloridas cintas gruesas. Para el gélido clima ruso, nada mejor que el conocido ushanka.