La hiperinflación y la Covid-19 galopan mortalmente en Venezuela

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Escrito por:

Jesús Iguarán Iguarán

Jesús Iguarán Iguarán

Columna: Opinión

e-mail: jaiisijuana@hotmail.com


En los últimos años el régimen de Maduro ha llevado a su país a una pobreza extrema que cada día se muestra más ofensiva, hasta el extremo que, debido al ineludible aumento de precios, ha irradiado una hiperinflación que ha llevado la moneda al término de la desaparición.
El venezolano, sin la venia de Maduro, buscando un medio de subsistencia, forzosamente ha ha desaparecido por su mísero valor, el venezolano forzosamente ha acudido al dólar como moneda nacional, creyendo encontrar en este patrimonio el verdadero arca que lo sostendrá a flote mientras supera su estado agónico. Sin embargo, el régimen para huir de la creciente dolarización ha imprimido papel moneda de 200.000, 500.000 y 1.000.000 Bolívares que por muy alto que parezca su valor, sólo alcanzan a totaliza milésimos centavos de dólar. en que se encuentra. en que se encuentra.

La aparición del virus ha deslucido una masiva pérdida de empleo, una economía convulsionada, la contundencia de la pandemia es tal, que los hospitales carecen de insumos, sin equipos de bioseguridad, muchos pacientes controlados en sus casas, y a los que requieren hospitalización, no son recibidos en ninguna entidad caritativa por encontrase totalmente colapsadas.

La pobreza ha llegado a proliferar miles las campañas para recoger fondos en ayuda de enfermos, tanto para las medicinas como para los gastos hospitalarios que desde el inicio de la epidemia ha venido bregando por déficit de tapabocas, guantes, equipos básicos, no sólo para su protección personal de los profesionales de la salud, sino también para el desarrollo normar de sus labores, es notable que el sistema de protección social se encuentra tan debilitado que han dejado indefensas a las personas más desfavorecidas de la sociedad, que al parecer carecer de un salvaguardias para poder capotear esos perversos cuernos que lo ha llevado al más alto estado de abatimiento.

La multitud de casos conocidos ha sembrado una alerta asombrosa, pues sólo en el pasado mes 75 profesionales de la salud murieron, sumado a más 400 desde el inicio de la pandemia, aún no se ha registrado con certeza cuál es la cifra real de fallecidos, lo cierto es que la Covid -19 sigue haciendo estragos, los cementerios no dan abasto y el Estado sigue manipulando información sobre la epidemia, aun en el sector de la salud, y a pesar de la alarmante situación, sólo han alcanzado a vacunar el 20% de los trabajadores, lo que señaliza que estos funcionarios siguen desprotegidos ante esta lamentable situación. El medio se encuentra más denigrante, cuando únicamente la suma de las vacunas rusas y chinas llegadas al país escasamente superan el 2% de los que esperan vacunarse.

La situación en el hermano país merecer ser manejada con el mayor de los cuidados, con alta responsabilidad y no insinuarle al pueblo que los tapabocas deben usarse en las pantorrillas, como lo confirmó el presidente del régimen en una alocución televisiva, porque de hacer caso a esta reflexión, las fraguas del infierno colapsarían y la Covid - 19 gozaría de colosales festines