Covid-19 severo virus que mantiene al mundo en vilo

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Jesús Iguarán Iguarán

Jesús Iguarán Iguarán

Columna: Opinión

e-mail: jaiisijuana@hotmail.com


El planeta hoy, y quizás por cuánto tiempo se mantendrá aislado a causa de esta pandemia que tiene a los mortales desbordados en incertidumbre.
El enfrentamiento que el mundo conserva con este virus parece que cada día se torna con mayor peligrosidad, debido al desacamiento social, su propagación se muestra acelerada y mientras el mundo desconozca la disciplina que deba aplicarse para apaciguar su provocadora aceleración, el virus seguirá su inhumana labor de seguir cobrando vidas.

El virus se ha convertido en una mortal epidemia a causa de la indisciplina social y las actuales facilidades de comunicación de ahí, el cierre de aeropuertos, la importancia de la medida del aislamiento, el constante aseo de las manos y el no desprenderse de tapabocas, porque se ha llegado a comprobar que en este planeta el único reservorio del virus supremamente contagioso es el ser humano, por eso es necesaria la pronta decisión de la vacuna, que es una forma sencilla, inocua y eficaz de protección contra la crueldad del covid -19. La primera dosis no activa de manera total las defensas del organismo y aunque pueda producir efectos segundarios, como leves dolores en el brazo inyectado, ligeros dolores de cabeza y fiebre baja que suelen ser muy intrascendentales y temporales.

Si bien no se puede descartar que ocasione efectos segundarios, estos son sumamente raros, por lo tanto no deja de ser inocua para protección del organismo, también ayuda a proteger a quienes nos rodean, de manera que esta inyección sigue siendo a la vista del todo el mundo de importancia crucial y si en algunas ocasiones se ha mostrado lesiva, como lo asegura mi primo Miguel Días, quien se niega a vacunarse, le podemos confirmar, que esta vacuna, más es el servicio que presta, que el daño que pueda causar a la humanidad, además científicos afirman que la posibilidad de producir una reacción grave, es de una entre un millón. Igualmente, como todas las vacunas autorizadas son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las distintas fases de los ensayos clínicos, y siguen siendo evaluadas con regularidad tras su comercialización. Además, los científicos hacen un seguimiento constante de las informaciones procedente de diversas fuentes en busca de indicios de que causen efectos adversos.

Es responsabilidad de todos acudir a la disciplina del “encapsulamiento”, de esta manera le cerramos las puertas a ese huésped mensajero del demonio que inicialmente, se incuba en nuestra garganta y si en unos días no podemos “desincubarlo” invade con fiebre y trastornos al resto de los órganos y termina por aniquilar al humano.

La tercera ola parecer traer consigo una gigantesca cresta con gran apetito devorador que es capaz de convertir a ese diminuto ser con mayor fortaleza que una manada de dinosaurios, pero con encapsularse en casa se puede capotear esa máquina destructora. Sin duda se debe seguir aplicando la disciplina social, el constante lavado de manos, y jamás salir sin el tapabocas, porque de seguir en la desobediencia social, este virus se apoderará del mundo y entonces penosamente ya dejaríamos de llamarlo el planeta tierra, para aclamarlo como el planeta del Covid- 19.