La coalición de la esperanza

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Escrito por:

Javier Lastra Fuscaldo

Javier Lastra Fuscaldo

Columna: Opinión

e-mail: javierlastra6@hotmail.com

Twitter: @JLastraFuscaldo


Las campañas para las elecciones presidenciales 2022 en Colombia madrugaron y con un inusual número de aspirantes a la Casa de Nariño. La reciente encuesta patrocinada por la Revista Semana, basada en una amplia muestra de 4.435 encuestados en 30 municipios de todas las regiones del país, advierte que el único candidato que podría derrotar a Gustavo Petro es Sergio Fajardo con 10 puntos porcentuales de diferencia.

Pensaría que es casualidad, pero llama la atención que los entes de control, contraloría y fiscalía, después de muchos años y justo en los albores de las campañas, encuentran mérito para abrirle sendas investigaciones a Fajardo por el caso de Hidroituango y por la celebración de un crédito en el 2013 para la sustitución de una deuda, que por haber sido adquirido en dólares, el impacto negativo por la devaluación del peso, es considerado por el ente acusador como un detrimento al patrimonio público del Departamento de Antioquia.

La lucha contra la corrupción no tiene “timing” pues solo basta conocer una conducta presuntamente dolosa o gravemente culposa para que se active el aparato judicial, pero, querámoslo o no, las trasnochadas y carente de solidez de las investigaciones, sí despiertan suspicacia. Dentro de los resultados de la encuesta aludida, el 69% de los encuestados poco cree en la justicia y hechos como este tipo de acusaciones al excandidato presidencial no ayudan a que los colombianos cambien su percepción negativa que actualmente tienen de quienes la administran.

Que el 70% de los encuestados no se sienta identificados con ninguna de las tendencias políticas, lleva a concluir que el más “tibio” de los aspirantes presidenciales funja como el centro de gravedad ideológica y atraiga las corrientes de aquellos que no se sienten representados por los extremos. Quienes participan en la autodenominada coalición de la esperanza lo saben y cada vez están tomando fuerza en la carrera por la presidencia de la república.

Fajardo por ahora es quien lidera la intención de voto dentro de esa colectividad y tanto los líderes de izquierda como derecha lo perciben como un fuerte rival. Esperemos que demuestre su inocencia sin perder la fe en la justicia. Sin embargo, la coalición de la esperanza cuenta con aspirantes de grueso calibre y desde esa lógica no es comprensible que se intente sacar a uno de ellos a escobazos por la dudosa vía judicial pues encontramos varios candidatos que podrían reemplazarlo y por sentimientos de victimización despertarían mayor simpatía.

Además de las capacidades intelectuales de varios de ellos, los candidatos de la coalición de la esperanza pertenecen a casi todas las generaciones, desde millenials como Juanita Goebertus notable líder del partido verde, de la generación X como Juan Manuel Galán a quien lo cobija el aura de su padre, pero quien deberá demostrar la veracidad del refrán hijo de tigre y, los nacidos al final de la generación del silencio y comienzo de los baby boomers como Humberto De La Calle, gran ser humano, por encima del bien y del mal, con experiencia y talante de estadista.

Nada tiene que ver la edad con el carácter ni con la capacidad o tenacidad de las personas, no obstante, en América está despertando el interés por líderes con edades por encima de los 70 años y esta es una variable que podría seducir al 72% de colombianos que, según la citada encuesta, consideran que las cosas van por mal camino y anhelan un mejor país