Lapsus Linguae

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Javier Lastra Fuscaldo

Javier Lastra Fuscaldo

Columna: Opinión

e-mail: javierlastra6@hotmail.com

Twitter: @JLastraFuscaldo


La equivocación del Presidente Duque al conjugar en tiempo pasado el verbo querer generó una gigantesca ola de críticas y burlas de opositores e incluso seguidores, como si un lapsus linguae fuera inaudito para ciertos humanos. Que fácil somos a veces los colombianos para pasar la página. A partir del yerro presidencial quedó en el olvido las honras fúnebres del ministro Trujillo y la preocupación por la incertidumbre de la llegada al país de las vacunas contra el coronavirus.

Por encima de la hilaridad y el bullying, como en los colegios, que despertó el descache presidencial, es fundamental focalizar nuestra atención en los temas claves para enfrentar y salir de la crisis, pues seguramente la risa burlesca por los desatinos en el lenguaje del primer mandatario, seguramente cesará al entrar en vigencia las necesarias reformas que ya se vienen cocinando.

Si bien las últimas proyecciones de crecimiento de las perspectivas económicas del mundo publicadas hace ocho días por el foro económico mundial son optimistas y muestran un repunte en Latinoamérica del 4.1 por ciento en el 2021 y 2.9 para el 2022, sus pronósticos están soportados en la coordinación internacional para garantizar un ágil ritmo de la vacunación, justo lo que está en entredicho por retrasos en la producción de los laboratorios.

Van tomadas de la mano vacunación y reactivación económica. Estamos en la tercera ola de contagios sin saber si vendrá una cuarta o quinta por no alcanzar este año la famosa inmunidad del rebaño. El pasado viernes la Unión Europea anunció que podría bloquear dosis en su territorio en caso que los grupos farmacéuticos no respetaran los acuerdos de compra. Si por allá llueve por aquí diluvia ante la impotencia que produce depender de las prioridades de las multinacionales dueñas del antídoto del coronavirus.

Ese panorama preocupante, a pesar del anuncio del inicio de la vacunación el próximo 20 de febrero, nos coloca en una especie de indecisión acerca de la continuidad de medidas de confinamiento y restricciones a la movilidad necesarias para preservar la salud- tema discutible para algunos expertos-, pero contraproducentes para el crecimiento económico.
Fedesarrollo (reconocido por segundo año por el instituto Lauder de la Universidad de Pensilvania como el primer centro de pensamiento de Centro y Suramérica), a través de su director Luis Fernando Mejía anunció que, aunque es prematuro afirmar que las cuarentenas de enero y febrero mantendrían un crecimiento económico por debajo de la proyección del 4.8%, la entidad presentará nuevos escenarios que evalúen las nuevas medidas restrictivas como consecuencia del confinamiento.

Si bien para el gobierno el 2021 es el comienzo de la recta final de su periodo y se alista para la presentación al congreso de su agenda legislativa con 27 proyectos prioritarios, para Fedesarrollo, al margen de las obligatorias estrategias de proyectos de financiación intensivos en mano de obra, las reformas tributaria, laboral y pensional deben presentarse de manera integral e inaplazable. En escenarios de gastos apalancados con deuda no hay excusa para no pagar y estas reformas constituyen la base para lograr el éxito en el manejo macroeconómico durante y en postpandemia.

En este año de decisiones, son muchas las expectativas de la población frente a lo que hará el gobierno para superar la crisis, pero de igual manera muchas las expectativas del gobierno en espera del respaldo ciudadano para aceptar las medidas que tocan sus bolsillos sin darle, eso sí, mayor importancia a lo jocoso que resulten futuros lapsus linguae del presidente.