El País ya ha superado las 45.000 muertes y más de millón y medio de contagiados por este virus, es hora de que se tomen medidas que pueda simplificar esta hecatombe mortal que ya ha superado más de un millón muertes, en el mundo.
El pasado jueves 7 de enero se confirmó que en Colombia 344 fallecieron por causa del Covid, cifra que desde hace más de tres meses no se registraba en este país, además la autoridad sanitaria dio cuenta que solo en 24 horas se han presentados más de 17.000 contagiados, aunque también registra más del millón y medio de recuperados.
Lo grave de todo es que, la desobediencia ciudadana, el mal uso de los tapabocas, las reuniones familiares sin precaución y planeación, las reuniones en sitios cerrados, las aglomeraciones en centros comerciales, almacenes de cadena con espacio no ventilados, cada día se acrecienta más y desarrolla más el número de mortalidad.
Debemos comprender que la dinámica del virus depende directamente del comportamiento de las personas, las aglomeraciones no son aconsejable, prueba de ello es que las festividades de diciembre y el nuevo año reflejan un incremento de casos positivos en el país.
El virus sigue latente y no ha bajado su mortalidad, por lo contrario, sigue marcando récords en este continente, ya se encuentra rebosando los 600.000 muertos y más de 18.3 millones de casos.
Los Estados Unidos, país reconocido como la primera potencia de este mundo, se encuentra de rodillas frente a este virus, sus ocho de casos positivos, encabezan la lista de poseer mayor número de contagiados, nuestros vecinos brasileros superan a los rusos en afectados.
El récord a nivel mundial se elevó a 38.7 millones y ha registrado 383.000 nuevos contagios, cifra que ha llegado a ser la segunda cifra más alta durante la pandemia, por lo que en este fin de semana podría alcanzar una nueva tasa de récord. Estos resultados los debemos tomar como una seria advertencia, cada día el número de muertes en los continentes se hace mayor y las estadísticas nuestras nos indican que no somos ajeno a la propagación del virus.
Esperemos con paciencia tener con prontitud las vacunas contra este mortal virus, que hasta ahora tiene comprometida la economía mundial, lesionada la salud universal e inquieta la tranquilidad mundial.
Finalmente, “no debemos bajar la guardia” se debe seguir adoptando las medidas elementales, tales como el lavado de manos, uso correcto del tapabocas y el distanciamiento social, que hacen la diferencia entre estar sano o contagiado y tener que asistir a una Uci” y por último rogar a Dios para que virus no siga su propagación