La primera idea que se nos viene a la cabeza, cuando hablamos de diálogo social es que se trata de política con orientación hacia la izquierda, casi siempre lo asociamos con pacto social; algunas veces lo relacionan con el concepto de contrato o pacto social que propuso Jean-Jacques Rousseau conocido también como Juan Jacobo Rouseau, famoso político suizo del siglo XVIII quien ocupa un lugar privilegiado en la historia contemporánea del desarrollo del mundo democrático.
Este año 2020, cuando la alcaldesa del Distrito Capital de Bogotá tomó posesión de su cargo, habló de su pacto social y les propuso a los bogotanos un nuevo contrato social y ambiental para el Siglo XXI, con lo cual despertó muchas suspicacias en los gobernados, pero sólo fueron ideas sugeridas por la sospecha o desconfianza de sus opositores, porque casos similares bajo la misma dialéctica, se están presentando en Medellín, Cali y Santa Marta con el acompañamiento de la actual Gobernación del Magdalena.
Sin embargo un diálogo social en nuestro país o en cualquier otro país democrático del mundo, involucra relaciones de comunicación, consulta y negociación entre gobiernos y empleadores sobre cuestiones de interés común.
En sentido amplio, el concepto diálogo social se utiliza para referirse a un tipo de relaciones paralelas o con una evolución intelectual análoga entre el Estado y las organizaciones de la sociedad civil; entiéndanse empresas, asociaciones, grupos, comunidades, etc. con el fin de abordar conjuntamente los problemas sociales y contribuir a elaborar soluciones fundadas en el consenso.
Entonces. ¿Qué significa Diálogo Social? De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, OIT, el diálogo social comprende todo tipo de negociaciones y consultas de información entre representantes de los gobiernos, los empleadores y los trabajadores, sobre aquellos temas de interés mutuo, relativos a las políticas económicas y sociales del respectivo país. Puede tratarse de un proceso, en el que el Gobierno interviene como parte oficial en el diálogo, como es el caso de la Comisión Permanente de Políticas Salariales y Laborales de Colombia.
El principal objetivo del diálogo social, propiamente dicho es el de promover el logro de un consenso y la participación democrática de los principales interlocutores presentes en el mundo del trabajo, como elemento constitutivo o integrante fundamental del desarrollo.
Las estructuras del diálogo social así como los procesos que se han desarrollado con éxito han sido capaces de resolver importantes cuestiones de índole económica y social, han alentado el buen gobierno, el progreso y la paz social y dado impulso al desarrollo económico.
De manera que es conveniente que en el mundo democrático moderno, el diálogo social, cobre relevancia porque un acuerdo entre gobernantes y gobernados, en el cual los gobernantes respeten los derechos de cada una de las personas que conforman la población objetivo, velen por sus vidas, su libertad y su propiedad, y éstos a su vez respeten los derechos fundamentales de las personas como gobernantes o como cualquier ciudadano constituye un pilar de la democracia. De no ser así, entonces surge la posibilidad de anular el pacto establecido y rebelarse.