La ola económica

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Escrito por:

Javier Lastra Fuscaldo

Javier Lastra Fuscaldo

Columna: Opinión

e-mail: javierlastra6@hotmail.com

Twitter: @JLastraFuscaldo


Los rebrotes del coronavirus en Europa, referente en Latinoamérica, preocupa al sector empresarial en Colombia por las medidas que puedan adoptar las autoridades nacionales o territoriales para `privilegiar’ la salud humana antes que la económica.
España, uno de los países más afectados decretó el estado de alerta durante los próximos quince días en Madrid y sus poblaciones aledañas a pesar de que los jueces prohibieron las medidas de confinamiento por considerarla atentatoria a las libertades de las personas. Francia por su parte, desde la media noche del pasado viernes decretó el confinamiento obligatorio y en Alemania, uno de los países que se ha destacado por el buen manejo de la crisis sanitaria, Ángela Merkel advirtió sobre nuevas medidas de restricción a la movilidad de continuar en aumento las cifras de contagio. 

Ese panorama no deja de ser preocupante justo en el momento en que la economía colombiana ha venido mostrando una ola de reactivación a raíz de la liberación de los diferentes sectores para volver a sus operaciones. Una de los indicadores que permite medir la recuperación es la demanda de energía. Según cifras del administrador del mercado energético XM, en el mes de abril del 2020 la demanda de energía del país cayó 19 puntos y para comienzos del mes de octubre se encontraba a solo 6 por ciento del nivel antes de la pandemia, señal que genera optimismo y confianza de empresarios, inversionistas nacionales e internacionales y trabajadores del país. Los sectores que más sufrieron el impacto del confinamiento como alojamientos, restaurantes, entretenimiento y la construcción, ahora están mostrando una nueva pero positiva dinámica. Para el 18 de noviembre se anunció la reapertura del parque Tayrona, decisión que sin duda permitirá la reactivación del turismo y movimiento de la actividad económica en Santa Marta y la región. Sin embargo, la mayoría de mandatarios locales han sido más conservadores a la hora de dar rienda suelta a los habitantes durante los períodos de mayores contagios y ante evidencias de rebrotes seguramente volveremos a medidas de confinamientos o cierres selectivos de actividades económicas con su consecuente desaceleración.  

Lo cierto es que hay muchas lecciones aprendidas en materia de autocuidado lo que puede ser fundamental al momento de tomar decisiones. El dilema economía o salud ya ha sido superado, las dos variables pueden conjugarse en la medida que el sistema de salud lo permita. Sin embargo, las medidas que se adopten en el viejo continente mandan una señal para los países de Latinoamérica.  

El impulso que se le dará a la economía colombiana con base en el presupuesto general de la nación en el componente de inversión con una asignación de 58 billones de pesos para la reactivación que sin duda motivan al comercio a adoptar medidas como la de adelantar la prima de diciembre, apertura de aeropuertos, restaurantes y todo acompañado de tantas estrategias para garantizar la efectividad de los protocolos de bioseguridad o por lo menos ser más eficientes en el cuidado personal, nos hace pensar que seremos capaces de enfrentar la anunciada nueva ola del coronavirus sin afectar drásticamente los logros que se han alcanzado recientemente en materia económica.    

Para los gobernadores y alcaldes las decisiones de toques de queda y demás prohibiciones a la movilidad para prevenir riesgos de contagio tienen voces a favor y en contra, lo importante es encontrar la manera de que la nueva ola económica no se debilite con el primer rebrote del persistente coronavirus.