Colombia, una nación con fragmentos de un pasado turbio que recién retorna a la claridad.

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Rafael Bustamante Rolón

Rafael Bustamante Rolón

Columna: Opinión

Correo:
 raafabustamante@gmail.com
Twitter: @de_aquel 


Colombia, una nación con fragmentos de un pasado turbio que recién retorna a la claridad.

Una realidad ‘’absoluta’’ es que tenemos el privilegio de vivir en un paraíso, claro, hablando de su biodiversidad y la peculiaridad de su gente ‘’alegre’’ pero existe otra realidad y es que este no es el país casi utópico que muchos creen tienen, ellos viven en su burbuja inalterable donde todo es color de rosa.

Cuando un colombiano se expresa de su país y su amor por este es algo magnifico, entendible hasta el punto de decir que tenemos un gran país porque todo lo tenemos, pero esto en cuanto a lo material y la belleza de nuestra geografía, resaltar todo esto hace parte de nuestra cultura. Pero más allá de esto es necesario no hacer de lado nuestra realidad social-cultural actual, que de hecho no es tan actual puesto que contamos con más de un factor que incide negativamente en nuestra cultura con rasgos tan retrógrados que datan desde la colonización, aún nos dejamos seguir viendo la cara, y justo en esta parte del siglo ya no nos engañan con espejos, ahora nos engañan con promesas de progreso económico, social y ya nos quitan oro, ahora nos despojan de nuestra tranquilidad (o la vida) y tristemente ya no son los españoles, ese papel lo cumple nuestra propia gente, esa atroz maldad quedo incrustada en el hueso de muchos, otros simplemente luchamos por ser ciudadanos ejemplares oponiéndonos en lo posible a un sistema corrupto y lleno de sangre de inocentes, esa fue la herencia que nos dejaron y para la muestra un botón, no hemos avanzado, seguimos en guerra… una a la que poco a poco nos oponemos, ya estamos despertado nos estamos desligando de lo malo de nuestra cultura, podría decirse que la estamos reformando, que estamos tomando las riendas de lo que realmente nos debería caracterizar, de lo que nos jactamos y no exteriorizamos a flor de piel ‘’el ser un país alegre y de gente luchadora’’

Así que hoy por hoy, más colombianos nos sumamos a este llamado a la empatía, al progreso social, a transformar comunidades, a movilizar a las masas en pro de un bien común, ya vamos entendiendo que no vivimos solos y que la vida de todos val, pero aún nos falta, aún hay sectores que se resisten puesto que su genética cultural los invade y es que no es algo fácil son tantos años que la historia ha demostrado que pasar por encima de los demás está bien, que los intereses individuales están por encima de lo colectivo, este es un buen momento para nosotros y sobre todo los jóvenes que llevamos la batuta en el proceso de restauración de la cultura, una donde primar los valores, renovar nuestro espíritu, la vida en sociedad y sobre todo darle un nuevo significado a lo justo para que nuestras vidas tengan un nuevo estado, uno donde nuestra cultura sea integradora, donde nuestro interés vaya ligado al progreso social, donde el que excluye integre o en su defecto tenga las herramientas necesarias para lograr adaptarse al contexto adecuado para su persona, urgentemente necesitamos ese un balance, somos un país de diversidad natural, cultural. Pero debemos empezar a tomar las riendas de nuestros propios caminos que, aunque sean distintos nos hagan llegar al mismo destino, lograr una nueva masividad cultural, una como movimiento objetivo y único.