Efectos ambientales de la pandemia

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



Esta calamidad que acosa al planeta ha traído efectos interesantes. Sin turistas, las aguas de Venecia se tornaron limpias y ahora se puede ver el fondo; los peces la surcan nuevamente. Muchos animales silvestres salieron de sus refugios; un fotógrafo pudo captar en un parque nacional de Rusia la imagen de un leopardo de las nieves, especie que se creía casi extinta.
Los tiburones regresaron a las playas del mundo, de las que habían sido desplazados por el humano. El avistamiento de osos en los parques de los Estados Unidos se cuadruplicó durante la pandemia. Un enorme cocodrilo fue filmado deambulando por las calles de Cancún. Con la retirada de los invasores humanos de los hábitats animales, regresaron temporalmente espacios libres y apacibles a las distintas especies. Ahora, las noctilucas o chispas de mar son más brillantes en las playas de Acapulco. Recientemente, un cóndor se posó en la ventana de un edificio residencial de Santiago de Chile. Fue registrado en video un canguro que recorría tranquilo las calles vacías de Adelaida, Australia. Gaia reacciona favorablemente al confinamiento forzado de los humanos.

En el planeta, especialmente las ciudades más contaminadas, se respiran mejores aires a partir de la cuarentena global; menos transporte, menos industrias de chimeneas. En Nueva Delhi casi ha desaparecido el smog que era parte del paisaje urbano, al que contribuyen los gases de vehículos a motor, factorías, termoeléctricas y la quema de madera para cocinar; ya se puede ver el cielo nuevamente. Alemania acumula mucha más energía solar gracias a los cielos despejados de nubes. Pero ¿el planeta en realidad se está beneficiando de esta pandemia? Sin duda, hay efectos favorables como los mencionados antes. Los autos emiten menos gases contaminantes, es cierto. Sin embargo, no son las únicas fuentes de polución ambiental, y corresponde controlarlas a todas si queremos respirar aires menos contaminados. Todos esperamos un pronto retorno a la normalidad: cuando eso suceda, ¿permanecerá esta mejoría ambiental? O, ¿regresaremos a los anteriores desastres? ¿Habrá medidas como el control del tráfico vehicular, migración masiva hacia energías limpias, implementación de métodos para mejorar el medio ambiente y luchar contra los cambios climáticos?

Las mediciones tanto satelitales como directas de gases como el óxido nítrico, dióxido de nitrógeno o dióxido de azufre muestran un descenso significativo y sostenido. Pero hay otro contaminante poderoso, causante de muchos problemas de salud: el material particulado (MP). De diversos orígenes, como el asbesto, el polvo de tierra o la combustión de los motores, las pequeñas partículas penetran en los pulmones de dónde no sale, causando daños permanentes; incluso llegan a la sangre, que los dispersa hacia los distintos órganos: hay una correlación directa entre ciertos MP y la mortalidad por causas respiratorias y cardiovasculares.

Concurren otros problemas ambientales: residuos plásticos no degradables y desechos hospitalarios, muchos de ellos contaminados, que deben ser incinerados, dispersando también alguna carga de MP. La pandemia desnudó la fragilidad del sistema de disposición de las basuras, particularmente el aprovechamiento. Es menester evitar el desecho de material aprovechable. Urge por ello una gestión eficiente de los desechos hospitalarios y de los residuos corrientes.

El uso de plásticos se ha incrementado por estos tiempos; y es que el plástico es el coronavirus de la Tierra, el que le impide respirar, el que daña la calidad del agua, el que genera el calentamiento global. China, Europa y Estados Unidos han desarrollado sistemas para gestión de desechos médicos y recolección de residuos, especialmente los contaminados. En Colombia predomina el enterramiento de las basuras, que marca hasta un 97% de la disposición final. Los rellenos sanitarios están casi a tope, y la sensibilización pedagógica a la población es prácticamente nula. Incluso, en muchos sectores no aparece ese servicio. La abogada Luisa Tovar advierte acerca de los efectos negativos sobre el mercado del reciclaje y una población empobrecida que puede extender la duración de la pandemia. Mientras tanto, ¿qué hacemos nosotros como ciudadanos?