De Ciénaga a Barranquilla, mucho por recorrer (I)

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Escrito por:

Javier Lastra Fuscaldo

Javier Lastra Fuscaldo

Columna: Opinión

e-mail: javierlastra6@hotmail.com

Twitter: @JLastraFuscaldo


Impactantes las imágenes de un grupo de 50 pobladores de Tasajera al lado de un accidentado camión cisterna quienes, tratando de llenar sus baldes de combustible, fueron sorprendidos por la fuerte explosión del vehículo que al expedir llamas cobró la vida de más de 20 personas.

Los hechos de seguridad y siniestralidad en este corredor no se pueden desconocer como tampoco dejar de insistir en la adopción de políticas públicas para que el Estado se ocupe de los pobladores de este pequeño territorio de tradición pesquera fundado en 1526.

Con frecuencia protestan con bloqueos y disturbios en la vía por cortes de energía o exigiendo a la fuerza derechos o compasión hasta hoy sin respuesta. A esta grave situación me referiré en una próxima columna para ocuparme ahora del estado de las iniciativas gubernamentales para la ampliación de esta vía.

Del proyecto de la doble calzada Ciénaga - Barranquilla se viene hablando desde el Gobierno Uribe, pero ha quedado incluido en el actual Plan Nacional de Desarrollo como una obra en estructuración desafortunadamente desfinanciada.

A pesar de los problemas financieros agravados por la pandemia del coronavirus, son muchos los impactos positivos que esta obra generaría para el país y si bien el Gobernador del Magdalena prefiere invertir en educación que, en infraestructura, en el Plan de Desarrollo del Magdalena quedaron incluidos 10 kilómetros de esta doble calzada.

Este corredor, calculado en 1 billón de pesos, que conectaría a los Departamentos de la Costa Atlántica con el oriente e interior del país, que plantea incluso una variante para carga pesada por el borde de Ciénega, busca darle un mayor dinamismo al turismo entre Cartagena, Barranquilla y Santa Marta.

Actualmente, además de ser una vía de alto riesgo por su doble sentido, la velocidad promedio se disminuye entre el trayecto del peaje de Tasajera hasta Ciénaga debido al paso peatonal y uso de los dos carriles por camiones, vehículos, motos, bicicletas y ventas ambulantes apostadas al pie de la carretera.

Los hermosos paisajes naturales a lo largo de esta ruta con vista a la inmensa Sierra Nevada, al azul de las aguas del Mar Caribe y a la majestuosa Ciénaga de Salamanca, contrasta con el muladar a lo largo de la vía entre Pueblo Viejo y Tasajera, con las condiciones infrahumanas de sus viviendas, con los impactos ambientales y de salud pública de sus habitantes.

Por su parte la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) para dar vía libre a la obra, exige la construcción de dos viaductos a la altura del kilómetro 19 y 28 desde Barranquilla para evitar la erosión costera la cual viene haciendo estragos en la carretera. Estos estudios que concluirían en el segundo semestre de 2021 podrían ser aplazados por falta de recursos y están asociados a la iniciativa privada para construir 40 kilómetros de carretera a través de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) con cargo al sistema de peajes.

Queda un largo camino por recorrer para ejecutar esta importante obra como continuidad de la ruta del sol, que dada las circunstancias es imposible asegurar que sea en este cuatrienio. Por lo pronto y mientras el inicio sea una realidad, es urgente tomar medidas para mitigar los daños no sólo ambientales sino económicos, sociales, de seguridad y lo más importante, insisto, llamar la atención del Gobierno Nacional y del Departamento para encontrar un esquema integral que mejore las condiciones y necesidades de los habitantes de este corredor vial.