Racismo en el Siglo XXI

Columnas de Opinión
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Tanto vivido por la humanidad, tanta dura enseñanza, que ante un descuido podemos perderla. Es allí donde radica el peligro de los discursos abiertamente racistas de la actualidad. Igual que en el pasado, se trata de una ideología de explotación humana que explica las diferencias sociales y culturales entre los seres humanos con base en las diferencias fenotípicas de las poblaciones.
Constituye un prejuicio, un juicio que se hace sobre mi persona a priori, un juicio absoluto y completo en el que se anula la posibilidad de respuesta o defensa. Se prejuicia a las personas, se masifican, se estereotipan, se les deshumaniza. No hay nada que la persona prejuiciada pueda decir a su favor, pues el prejuicio es total y completo, y todo explica por sí mismo; una ideología del poder que justifica la explotación, la exclusión y la discriminación.

No es posible que en pleno siglo XXI tengamos situaciones de racismo discriminatorio al ciento un porciento (101%) y la desigualdad al tope. Hablamos de un racismo añejo, de larga data que ahora hace uso de las nuevas tecnologías de información, de las redes sociales y de la internet para desplegar su doctrina de odio, prejuicio y de discriminación. Esto es quizás lo más preocupante.

Es increíble pensar que el pasado mes de marzo del presente año se cumplieron 60 años de la masacre de Sharpeville – Sudafrica; que aconteció el 21 de marzo de 1960, la policía sudafricana abrió fuego por la espalda contra una multitud indefensa de mujeres, jóvenes y niños que se manifestaban pacíficamente contra las leyes de pases (era una de las medidas impuestas por el régimen racista blanco como parte de su política de segregación racial); a lo que le siguió como parte de una campaña de desobediencia civil que pretendía obligar al gobierno a cambiar la ley. La ONU (Organización de Naciones Unidas), a través de ese día, quiere recordarnos su propósito de combatir y erradicar, no solo el racismo y la discriminación racial, sino también la xenofobia y todas las distintas formas relacionadas con la intolerancia, exclusión o restricción a que toda persona se desarrolle en condiciones de igualdad que se siguen llevando a cabo en diferentes partes del mundo y Colombia no es la excepción.

Todavía hoy se dan formas, aparentemente sociales, de racismo, de discriminación racial y de exceso de autoridad como la acontecida en el estado de Minneapolis (USA) contra un ciudadano afro-americano que no pudo defenderse a voz por la fuerza excesiva de los agentes policiales locales; es importante anotar que los más renombrados sociólogos, han calificado como “el fantasma del siglo XXI” las diferentes formas de racismos que en la actualidad no se deben expresar desde ninguna óptica. Por ello no se nos puede olvidar que como sociedad vivimos inmersos en diferentes problemas sociales que nos llevan a repensar la forma de cómo seguiremos adelante ante la lucha de los derechos humanos de cualquier individuo no siendo discriminatorio, ni tampoco excluyentes.

Recordemos, en este día, que millones de personas en todo el mundo y en Colombia son víctimas diariamente por quienes son o cómo son percibidas por los otros para así, posicionarnos solidariamente con ellas y con todas las víctimas de la intolerancia, es compromiso de todos de eliminar la discriminación racial, el racismo, la xenofobia y todas las formas conexas de intolerancia.
(Dedicado a todas aquellas personas que luchan a diario por que los derechos humanos sean igualitarios).