La “desnudez” del virus

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Eimar Pérez Bolaños

Eimar Pérez Bolaños

Columna: Opinión

e-mail: eimar.perez@unad.edu.co


La reinvención de la vida y de la cotidianidad que emana de un aislamiento como prevención de una amenaza invisible, nos ha mostrado las fortalezas y debilidades que tenemos como condición humana. Es decir, el Covid19 además de ser un peligro inminente para la salud, también ha permitido “desnudar” o poner en evidencia todo tipo de pensamientos, valores, antivalores, sentimientos y la forma que caracteriza a nuestra sociedad colombiana en general.

En una reunión en la que estuve presente, me llamó la atención los conceptos utilizados por un académico al referirse a la situación actual. Para él, las relaciones humanas desde lo formativo y lo laboral en medio del aislamiento y las estrategias para llevar a cabo los planes trazados, deben conducirse bajo tres pilares: la confianza, la solidaridad y la comunicación.

Sin embargo, pese a la búsqueda incansable de la unidad, solidaridad y la confianza que reclama la mayor parte de la población y que reafirma el académico, no puedo dejar de lado la otra cara de la moneda que, como he mencionado el mismo virus en su dinámica, diariamente saca a la luz pública y con transparencia. Es decir, aquellas situaciones ocultas en algunos casos, otras normalizadas por la costumbre del accionar político y otras que interpelan a ser pensadas. En este caso menciono brevemente tres aspectos que ponen en la palestra las carencias de la sociedad colombiana:

El primero de ellos tiene que ver en cómo el presidente Duque en cada pronunciamiento, muestra su desconocimiento de la realidad social y del día a día que vivimos la mayor parte de los colombianos. Se nota que su gobierno está dirigido a favorecer a una clase social muy distinta a la afectada por el coronavirus, ésta reclama medidas urgentes frente a la crisis pandémica. Por otra parte, la improvisación del mandatario en cada estrategia planteada se hace visible. Por lo anterior, no esperamos su equivocación para criticarlo, sino que, como jefe del Estado, presente soluciones a lo que urge en el país. De estos desatinos no se escapa la mayor parte de su gabinete.

Lo segundo, tiene que ver con lo degradado que está el sistema de salud y las condiciones del personal médico. El sistema se carcome en la corrupción, lo cual lastimosamente se ha normalizado, hasta el punto que casi no se piensa mucho en eso. En cuanto al talento humano (médicos) después de invertir millonarios recursos y esfuerzos para adquirir un título, hoy están en una situación crítica en cuanto a garantías de protección y contratación. En antaño ver el uniforme blanco y el símbolo de la medicina producía el imaginario de protección, bienestar y estabilidad, aunque toda profesión se ejerce con una responsabilidad social y humana, también es cierto que hoy es evidente que faltan las garantías necesarias para salvaguardar la vida tanto de los pacientes como la de los profesionales de la medicina.

El tercer aspecto, tiene que ver con los procesos de enseñanza-aprendizaje que en medio de la crisis generalizada saca a la luz las condiciones en las que sobreviven la mayor parte de los estudiantes y docentes, tanto del sector público como privado. Es decir, la pandemia reafirma en su dinámica caótica, las carencias del sistema educativo colombiano, que le aporta con esfuerzo al desarrollo social y económico país. Pero lo invade la zozobra en la que vive el cuerpo docente, las inexistentes garantías de contratación, los sobreesfuerzos en sus compromisos y la reinvención constante, además del maltrato mediático al que son sometidos. Por otra parte, el estudiante como sujeto del conocimiento y relevo generacional de la sociedad, se encuentra sin acceso a los elementos mínimos para la subsistencia, sumado a las carencias de los elementos necesarios del aprendizaje en el aislamiento, es decir, un computador y su conectividad.
En fin, el Covid19, nos muestra las dinámicas reales de la sociedad colombiana e interpela a una transformación urgente de sus estructuras más importantes.