Escalona jamás compuso

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Escrito por:

Jesús Iguarán Iguarán

Jesús Iguarán Iguarán

Columna: Opinión

e-mail: jaiisijuana@hotmail.com


En gran parte de la provincia de La Guajira y en casi todo el Cesar no es extraño que ciudadanos se expresen de manera despectiva contra el gran maestro de las canciones vallenata, como lo fue el gran maestro Rafael Escalona. “Escalona nunca compuso, su madre Margarita Martínez se inspiraba y le donabas sus cantos” suelen decir aquellos que jamás convivieron con el gran maestro.

Cuando a apenas tenía ocho años y en Patillal su tierra natal se festejaba el día de las Mercedes un señor de nombre Calletano que apodaban Calle, Calle quería comprometerse con su novia Abelina, sus padres no convivieron el noviazgo, sin embargo, se la llevó. El niño Escalona testigo el acontecimiento le sacó este verso:

Cuando Calle la pidió
Abelina no combino
Me la llevo, me la llevo
Pa’l palacio de don Lino.
Cabe anotar que don Lino Yanet poseía en Patillal una gran casa que la llamaban el palacio de don Lino.

En el1936 la Familia Escalona decidió mudarse a Valledupar, el niño Escalona fue matriculado en el Loperena. Heriberto Castañeda rector del plantel con quien Escalona tuvo una gran lazo de amistar fue trasladado a Riohacha, pero no sin antes oír una canción que Escalona tituló “el profe Castañeda”.

En la adolescencia conoció en San Juan a Bebita Manjarez, a quien le compuso “El Testamento” de tras de Marina Arzuaga se fue internado al liceo Celedón de Santa Marta, acosado por una “hambruna” compuso “El Hambre del liceo”, que fue la primera canción protesta del canto vallenato.

Nunca se imaginó que sus canciones fuesen grabadas, todas ellas fueron improvisadas, tampoco tomó lápiz y papel para escribirlas, de ningún modo fue capaz de tocar un instrumento musical, fue de esos compositores que le cantaba y tomaba para él, la vivencia de sus amigos, “El Pirata” por ejemplo fue vivencia de su amigo Urbano Castro, “López es el pollo” a la campaña presidencial de López Michelsen, “La Patillalera” vivencia de Juana Arias. No se le escapó ninguna enamorada a quien no le hiciera una canción, a la Maye su esposa le inventó más de cinco canciones, “María Tere” una antioqueña que conoció en Cali, “Dina Luz”, villanuevera con quien vivió en Colón Panamá, con su nombre tituló la canción, La mona del Cañaguate” Carmen Helena Rodríguez con quien tuvo tres hijos, a su enamorada Carmen Alfaro, le preparó “La Plateña”, a una brasilera de apellido Dos Santo, le arregló “La Brasilera”, “yo tengo el cuerpo en el valle, pero el alma en el Molino” un verso de “La molinera”, “esa Consuelo vino fue a desconsolarme” a una modelo caleña, “Nube Rosada” a la monteriana Clarena Padilla y así a muchas más, las cuales hacen pensar que a su madre Margarita Martínez (Aló) le es imposible inspirarse con tantas mujeres.

Las primeras doce canciones llevadas al acetato se grabaron sin poseer qué ritmo se le podía agregar, simplemente se les llamó “cantos de escalona”, cuando se conoce otro L.P. de sus cantos, nuevamente le preguntaron por el nombre rítmico de sus canciones y contestó: Lámelo “cantos vallenatos de escalona”, aunque las canciones vallenatas poseen cuatro ritmos, el paseo, el merengue, la puya, y el son, a todas se les llaman vallenatos, desde que Escalona así llamó a sus canciones.

En una ocasión osé en preguntarle, porqué se comentaba que las canciones eran inspiración de Aló, me contestó: Soy el séptimo de ocho hermanos, no creo que mi madre me haya esperado para dame sus inspiraciones, cuando antes de mí tuvo tres hijos varones y tres mujeres.