Podemos afirmar que el administrador es uno de las más importantes intrigantes en la historia del desarrollo económico de Colombia debido las funciones que desarrolla en la empresa, en su entorno y la forma de llevarla a relacionarla con la sociedad.
Peter Drucker, conocido mundialmente como el padre de la administración, nació en Viena el 19 de noviembre de 1909 y murió el 11 de noviembre de 2005, fue consultor y profesor de negocios, tratadista austriaco, y abogado de carrera, considerado el mayor filósofo de la administración, afirmó que “También se desprende que la administración de la empresa debe ser una tarea de creación más que de adaptación. Cuanto más una administración crea condiciones económicas o las modifica, en lugar de adaptarse pasivamente a ellas, más administra”.
Bajo el anterior enfoque, el administrador se relaciona con el poder de la organización debido a que es quien se encarga de la eficiencia de la empresa, responde por la rentabilidad ante los propietarios, accionistas y consumidores. Pero, estructura la empresa para la satisfacción de los anteriores y la de los empleados y trabajadores sin perder la rentabilidad. Así mismo, dirige, planea, fija objetivos, organiza, coordina, motiva, comunica, mide, evalúa, controla y prepara a los trabajadores como la eficiencia del recurso humano.
En el siglo pasado, la administración se basaba en parámetros muy paternalistas debido a que se centraba en la figura del dueño de la empresa quien era el creador. Pero con el surgimiento paulatino del administrador se empieza a diferenciar estas labores cuando los capitales obtenidos a través de las ganancias en la minería y el café se trasladan hacia actividades relacionadas o hacia otros sectores, como fue el de la industria textil o el comercio. En síntesis, la diferencia entre el papel del administrador y el papel de empresario se reconoce en la diversificación de actividades. El dueño de la empresa va cediendo el poder de esta a sus hijos dando origen al surgimiento del administrador a quien le pagaban para hacer funcionar la empresa pero tenía la posibilidad de diversificar.
Actualmente, el papel de la empresa en el medio cambia: deja de ser el simple espacio para la producción para convertirse en el conjunto de relaciones, decisiones y operaciones, que son de índole económica, comercial, técnica y hasta política. Por lo tanto, el administrador debe identificar las vías para evitar que tales cambios sociales distorsionaran el proceso productivo y decidir acerca de la forma en la que podría mitigar su impacto en el resto de la sociedad. Es decir, descubriendo que el entorno es la fuente de los ingresos de la empresa pues allí se ubica el mercado. Igualmente, al administrador le interesan las utilidades, la supervivencia y crecimiento de la firma. En el cumplimiento de este objetivo se interesa por la demanda de su producto y en la de las otras empresas competidoras.
De esta forma, el administrador busca la eficiencia. De hecho, la responsabilidad del administrador no es la realización de una operación específica, sino el cumplimiento de los planes trazados y la congruencia entre los intereses de todos los agentes de la organización con las necesidades de estabilidad y crecimiento.
Aunque no es claro, todavía, cómo se puede definir al administrador: si es por sus funciones dentro de la empresa o por el grado de autoridad que sobre él recae; si es una labor tomar decisiones para asegurar el cumplimiento de los objetivos de la empresa.
En conclusión, las tareas del administrador deben ser claramente reconocidas. Reconocer que no es un empleado más de la gerencia ni tampoco está exento de responsabilidades con la empresa; que aunque no realiza las operaciones tiene a su cargo la ejecución de unas actividades que permiten a todos los demás miembros realizar sus labores. El administrador tiene a su cargo un proceso de vigilancia sobre toda la organización.