Cómo se juega con las cifras

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Escrito por:

Amilkar Acosta Medina

Amilkar Acosta Medina

Columna: Opinión

e-mail: amylkaracostamedina@gmail.com



Como se recordará, recién posesionado del cargo y a propósito del Presupuesto para la vigencia de 2019, el Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla alarmó al país cuando afirmó, sin rodeos, que el mismo estaba desfinanciado en $25 billones.
Basado en esta cifra descomunal, que había sacado de su propio magín y sin soporte documental alguno […]
Como se recordará, recién posesionado del cargo y a propósito del Presupuesto para la vigencia de 2019, el Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla alarmó al país cuando afirmó, sin rodeos, que el mismo estaba desfinanciado en $25 billones.
Basado en esta cifra descomunal, que había sacado de su propio magín y sin soporte documental alguno para criticar el gobierno anterior, calificándolo de “derrochón”, le anunció al país una reforma tributaria, que disfrazaron de Ley de financiamiento, para enjugar el déficit. Se aspiraba recaudar por esta vía $19.46 billones en 2019 y $13.21 billones en 2020.
A poco andar y sin mayores explicaciones, como por arte de birlibirloque, según el Ministerio de Hacienda el verdadero faltante presupuestal se redujo a “sólo” $14 billones, de los cuales $11.3 billones se financiarían con la más dura reforma tributaria en muchos años. En última instancia, el Ministro Carrasquilla se tuvo que resignar a que el mayor recaudo esperado con la Ley 1943 de 2018 de financiamiento se redujera a solo $7.3 billones para este año.
Se dijo entonces por parte del Ministro Carrasquilla que el Gobierno saldría a vender el 8.5% de sus acciones en Ecopetrol, para completar el 20% de enajenación autorizado por el Congreso de la República mediante la Ley 1118 de 2006 e iniciar el proceso para la venta del 51% de su participación en ISA, una de las dos joyas de la Corona. Adicionalmente, le solicitó al Comité consultivo de la Regla fiscal la flexibilización de esta, supuestamente para poder atender la masiva afluencia de inmigrantes venezolanos, cuyo costo estimaba en 0.5 puntos porcentuales del PIB.
El Comité acogió su solicitud y elevó la meta del déficit fiscal del 2.4% del PIB a 2.7%.
No obstante, el Ministro Alberto carrasquilla, al momento de radicar en el Congreso de la República el proyecto de presupuesto para la vigencia de 2020, pese a que el mismo, según el Ministro está desfinanciado en $8.5 billones y es una incógnita saber de dónde van a salir, muy eufórico, planteó que se tiene un “panorama fiscal despejado”. Y como si lo anterior fuera poco desechó la decisión del Comité consultivo.
Y ello, descartando de paso la venta anunciada de las acciones de Ecopetrol y de ISA. Ello dejó patidifusos a los analistas y a las firmas calificadoras del riesgo de la deuda soberana del país.
Estos vaivenes del Ministro Carrasquilla le restan seriedad y credibilidad a las cifras oficiales en materia fiscal y ello es grave, pues parecen confirmar la afirmación del pensador español José Ortega y Gasset cuando afirmó que “la verdad oficial consiste en la administración prudente de la falsedad”.
Ya lo había advertido el ex ministro Guillermo Perry Rubio que “el recurso a la contabilidad creativa generan incertidumbre y desconfianza y pueden conducir a rebajas en la calificación de riesgo del país”. Este es un mal indicio y un pésimo precedente.