La viveza goda

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Tulio Ramos Mancilla

Tulio Ramos Mancilla

Columna: Toma de Posiciones

e-mail: tramosmancilla@hotmail.com

Twitter: @TulioRamosM



Apréndanse estos nombres: Juan Manuel Corzo, José Darío Salazar, Hernán Andrade, Carlos Emiro Barriga, Efraín Cepeda, Carlos Ramiro Chavarro, José Iván Clavijo, Juan de Jesús Córdoba, César Tulio Delgado, Eduardo Enríquez, Nora García, Roberto Gerlein, Juan Mario Laserna, Samy Merheg, Myriam Alicia Paredes, Jorge Hernando Pedraza, Liliana María Rendón, Luis Emilio Sierra, Olga Lucía Suárez, Fernando Tamayo, Germán Villegas y Gabriel Zapata.

¿Quiénes son? Pues son los honorables senadores de la República, por el Partido Conservador, que pretendían hacer aprobar el proyecto de Acto Legislativo No. 04 de 2011, "dirigido al fortalecimiento del Congreso de la República", como grandilocuentemente lo han apellidado sus distinguidos firmantes, contentivo de la propuesta consistente en revivir la llamada "inmunidad parlamentaria" (incorrección mayúscula: en Colombia no hay parlamento, sino congreso), que, sabiamente, la Constitución Política de 1991 había extirpado de nuestro ordenamiento jurídico.

Qué belleza. El que encabeza la lista anterior, ya lo saben, es el actual Presidente del Senado, y por ende, Presidente del Congreso de la República, Juan Manuel Corzo; y aunque este doctor ya ha anunciado que retiraría el proyecto de Acto Legislativo que nos ocupa porque dizque "la falta de oportunidad para adelantar un debate claro, abierto, transparente, y que involucrara a la academia, a todo el Estado y a la sociedad civil" le ha impedido fortalecer al Congreso haciendo inmunes a sus colegas frente a la justicia, no puedo dejar de sorprenderme de las cosas que se ven en este país. (Esto me recuerda lo que pasó hace menos de dos meses, cuando los herederos de Pablo Escobar en Santa Marta compraron completica una edición dominical de "El Heraldo", para así evitar que la gente supiera quién es quién en la política de Magdalena. Y aunque la gente va sabiendo cada vez más, y eso alivia, el hecho ocurrido es, en sí mismo, una tragedia tristemente repetida).

La idea de estos desprotegidos senadores azules era la muy noble y loable de legislar para sí mismos, pues, según reveló el noticiero de RCN hace unas noches, diez de los proponentes de la reforma constitucional en comento se encuentran actualmente incursos en procesos criminales, y con el viejo truco de la inmunidad para los congresistas, los aludidos se habrían hecho, efectivamente, con el control de la situación.

Todo esto estaba increíblemente justificado en la ridícula -e irrespetuosa- exposición de motivos del proyecto de Acto Legislativo 01 de 2011, que me tocó leer para hacer esta columna, en la que, descaradamente, se asimila la prerrogativa de que gozan los legisladores de otras latitudes -en virtud de las persecuciones políticas de que pudieren ser objeto-, a la impunidad que quería regenerarse aquí, so pretexto de que la Corte Suprema de Justicia está politizada, sofisma que ya no distrae a nadie. Bueno, tal vez a la propia godarria.