La Puerta de Oro de Char

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



El folclorismo que caracteriza a la Costa Caribe, ya ve próximo presidente a Alex Char, el alcalde de Barranquilla. 

En todos los sondeos de los últimos tiempos su gestión ha sido muy valorada por los barranquilleros, a punto tal que desde hace un rato es el alcalde con mayor favorabilidad del país.

A pesar de las preocupantes contradicciones de la sociedad barranquillera, mostrada en los indicadores socio-económicos, parece ser que un gran sector de la sociedad siente que Barranquilla va por buen camino y hoy es una ciudad optimista.   Barranquilla está de moda, y su alcalde es el hombre del momento y el gallo de pelea del Caribe para las próximas presidenciales, o al menos eso es lo que dicen algunos.  Están ensillando la bestia antes de comprarla.  La última vez que supuestamente el Caribe tenía su gallo de pelea, el hermano de la Conchi Araujo, el gallo terminó desplumado y en la jaula.  Así que no nos apresuremos a los hechos.

Es entendible el deseo que tenemos en el Caribe de volver a tener presidente.  Si mis conocimientos de historia no me traicionan, el último que tuvimos fue Núñez, y eso fue hace mucho rato. Tenemos una frustración colectiva que no hemos podido resolver.

Ahora bien, las cosas hay que mirarlas con cabeza fría.  ¿Qué tanto de lo que hoy es Barranquilla se le debe a Alex Char?  Los humanos tendemos a atribuir el éxito o el fracaso a lo más reciente en la línea de tiempo, sin realmente entender, que estos procesos de transformación no suceden de la noche a la mañana, y que se demoran en gestación décadas, es decir varias generaciones.

El buen momento de Barranquilla no es hechura de Char ni es de los últimos veinte años sino que viene gestándose desde casi que el momento que nos independizamos de España, y tiene mucho que ver con el papel jugado por el Rio Magdalena en el desarrollo del país.  No en vano Barranquilla es conocida como la Puerta de Oro de Colombia.  El progreso entró por el Rio Magdalena.

Esa importancia geopolítica se tradujo en interesantes corrientes migratorias de europeos, libaneses y muchos otros países.  En Barranquilla nació la segunda aerolínea comercial del mundo de manos de los alemanes, y se crearon nuevas industrias.  El industrial más importante del siglo pasado, Julio Mario Santodomingo, era barranquillero, y así sucesivamente.

La importancia de tener empresas de este calibre es que poco a poco se va formando un sinnúmero de líderes empresariales y comunitarios altamente calificados, a quienes les cabe el país en la cabeza.  Esto ya se había dado en ciudades como Bogotá y Medellín.  Pero aún más importante, los líderes barranquilleros entendieron la importancia del capital humano en el desarrollo de la ciudad y de la región, y comenzaron a fundar universidades y a mejorar la calidad de la educación de forma sostenida, de tal forma que Barranquilla se convirtió en una ciudad ideal para invertir.  Hoy, la Universidad del Norte es considerada una de las mejores del Caribe, y todo esto lo logró en lo que llevo vivo.  Cuando en Santa Marta no habían universidades, muchos samarios estudiaban en Barranquilla, y aun hoy lo siguen haciendo aquellos que quieren una formación de mejor calidad que la ofrecida en la ciudad.

Finalmente llegó el momento de recoger los frutos, ya que el desarrollo de Barranquilla era financiable y sostenible: empresas generando empleo, empleados pagando impuestos y jalonando la economía local, empresas pagando impuestos e invirtiendo; es decir, crearon un ciclo virtuoso que hoy los tiene felices.  Sin duda, creció la clase media con una clase profesional que está comparativamente bien remunerada, y que tiene poder de compra.  Todo esto pesa.

Antes de Char hubo alcaldes que comenzaron con el pie derecho y hubieran podido hacer lo que está haciendo Char, pero se torcieron por el camino.  El éxito de Char consiste en haber sabido canalizar el impulso vital que ya tenía la ciudad y traducirlo en ejecutorias.  Sigue siendo un personaje polémico y la influencia de los Char en la Costa Caribe no ha sido del todo afortunada.  Tiene capítulos francamente negros y vergonzosos. 

Que pueda replicar en Colombia lo que ha hecho en Barranquilla, lo dudo mucho.  Esto es pasar de domador de gatos a domador de leones.  Colombia es una bestia diferente.  Que puede llegar a ser presidente, claro que sí, cualquiera puede llegar a ser presidente.  El asunto no es ser presidente sino ser buen presidente, y es aquí donde la puerca tuerce el rabo.