Del tipo de relaciones individuales, depende el tipo de sociedad, del tipo de sociedad depende el tipo de gobierno.
Si queremos verdaderamente una sociedad de hombres libres, necesitamos que el individuo se haga libre.
No podemos concebir una sociedad perfecta, dueña de sus propios destinos, si el individuo no es perfecto y dueño de sí mismo.
La democracia sólo se gesta en una sociedad de individuos perfectos, en individuos que se hayan auto-conquistados, en individuos compasivos, altruistas, honrados, veraces, diligentes; si el individuo es cruel, egoísta, ambicioso, codicioso, mentiroso, etc., es imposible que funcione la forma más perfecta de convivencia que existe, como es la democracia, porque ésta no puede funcionar sin anhelos humanistas, sin garantías sociales, sin la real voluntad del pueblo, sin hombres libres, sin individuos sepan gobernarse a sí mismo.
Sin los valores eternos del espíritu la democracia no puede funcionar… La democracia no es una cosa que se puede colocar sobre el tapete de la mesa; sin magnanimidad, sin generosidad, sin una a transformación de la estructura psico-social, que aniquile los factores que producen explotación del hombre por el hombre, factores que están dentro del individuo; sin la expresión soberanamente espiritual no puede existir la democracia.
Es real, y de toda verdad, que existen muchas fórmulas para crear un mundo mejor, pero de nada servirán todas esas fórmulas, si no existe democracia; y es imposible que emerja la legítima democracia si el individuo no se transforma a sí mismo… Si bien es cierto que existen fórmulas salvadoras para transformar la estructura social de los países latinoamericanos, también es bien cierto, que para que la democracia de manera espontánea brote, es indispensable que se produzca dentro de la mente del individuo, un cambio radical y definitivo.
El avance brutalizante de los valores groseros del mundo, sólo puede ser conjurado creando la genuina y legítima democracia.
Los politicastros sueñan a lo lindo con un Estado democrático; inexistente, claro está, en estos tiempos; pues mientras exista siquiera un solo ciudadano con hambre, mientras exista un solo padre de familia sin trabajo, mientras exista un solo hombre explotado, mientras exista una sola madre de familia abandonada y sin dinero para satisfacer sus necesidades básicas como techo, alimento, y vestido, es imposible que viva la democracia.
Mientras el pueblo esté inconforme y angustiado por los malos impuestos, por el salario de hambre que se le paga, por los pésimos servicios públicos, mientras se le violen sus derechos, no cree en la democracia.
Actualmente, en vez de democracia lo que existe es un estado social económico desastroso y un estado político cruel y despiadado.
Es de gran importancia, para bien de nuestro país, que estudiemos los ingredientes varios, contenidos entre esa "copa de oro" que se llama democracia; hasta ahora, la democracia es sólo un anhelo, una esperanza, un ideal y nada más. No podemos continuar cayendo en las mentiras de los politicastros de que vivimos en una democracia: Hechos son hechos y ante los hechos tenemos que rendirnos, ¿dónde está la democracia?
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