Diplomacia, ¿sofisma o solución?

Columnas de Opinión
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Después del fallido intento por ingresar la ayuda humanitaria a territorio venezolano, el grupo de Lima ha solicitado a la Corte Penal Internacional tomar en consideración la denegación al acceso de dicho auxilio internacional y la agresión criminal del régimen de Nicolás Maduro en contra de la población civil, como hechos que constituyen un crimen de lesa humanidad.

El grupo de Lima confía en una transición pacífica sustentada en estrechar el cerco diplomático sobre Nicolás Maduro, pero ¿es suficiente una ofensiva diplomática contra una tiranía soportada en la barbarie?

Aquí es preciso anotar que el régimen no solo está en manos de Nicolás Maduro y de Diosdado Cabello. Siendo Venezuela el principal socio comercial de Cuba cuyos negocios bilaterales van mucho más allá de los comerciales, pone al descubierto que la asesoría cubana en Venezuela incluye participación activa en la organización de la Policía Nacional Bolivariana, intervención en los órganos de inteligencia y contrainteligencia, presencia dentro de las fuerzas armadas y la venta de servicios profesionales que trata de suministro de médicos, enfermeras, entrenadores de deporte y maestros entre otros.

Así mismo, para Cuba es clave la seguridad energética que logra a través del pago de las asesorías mencionadas con el petróleo venezolano. Definitivamente es una estrecha alianza que cuenta con una gran cantidad de asesores cubanos que se encuentran en posiciones estratégicas. Pareciera una sola nación dirigida desde La Habana. Además el régimen cuenta con el respaldo de países como Rusia, China, Irán y Turquía que tienen grandes inversiones en el sector petróleo y en minería más precisamente en la extracción de oro, diamantes y coltán entre otros minerales.

La continuidad del régimen de Maduro representa hoy en día un peligro a toda la región. El territorio del país es lugar de refugio de grupos armados al margen de la Ley como las disidencias de las Farc, el ELN (con sus negocios de narcotráfico y el tráfico de armas) y la presencia activa del grupo terrorista Hezbollah quien apoya abiertamente a Maduro. Mención especial merecen los colectivos armados que circulan en Venezuela, conformados por policías, civiles y presos, considerados a nivel internacional como ejércitos paramilitares. Además existe un riesgo para la salud pública en la región por enfermedades desatendidas como lo son la malaria, el sarampión, el dengue, el zika, el chikunguña y el mal de chagas.

Para concluir, la crisis que sufre Venezuela es insostenible. Existen claros indicios de quiebre en las fuerzas militares venezolanas como consecuencia del reconocimiento y apoyo de más de 50 países al Presidente Interino Juan Guaidó, sumado a la Ley de Amnistía para militares que contribuyan con el restablecimiento de la democracia. Por esto es necesario insistir en la solución por la vía diplomática propuesta por el Grupo de Lima, estrechando aún más el cerco contra el régimen e intentando proteger a la población civil. Ojalá la presión política y económica, con las decididas y cada vez más fuertes medidas emitida por los Estados Unidos, logré la transición democrática en Venezuela; aunque la evidente intervención e interés de Cuba genera cierto grado de escepticismo en la solución diplomática inmediata. Mientras tanto el pueblo sucumbe ante el hambre, la enfermedad y la miseria.