Milagro chino: Shenzhen

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Escrito por:

Eduardo Verano de la Rosa

Eduardo Verano de la Rosa

Columna: Opinión

e-mail: veranodelarosa@hotmail.com



Shenzhen es un milagro económico. Es una ciudad ubicada a una hora en carro de Hong Kong. Era una diminuta aldea agrícola y pesquera en el año 1978 de cien mil habitantes y hoy es la más prospera de China con un crecimiento de 27 % anual sostenido hasta llegar a los 22 millones de habitantes con un producto interno bruto de USD$ 345.000 millones. ¡Impresionante!

Tiene como base económica nuevas compañías como Huawei y ZTE, y una gran capacidad para atraer empresarios. El que invierte en Shenzhen está construyendo un futuro exitoso.

La edad promedio de los emprendedores que han llegado masivamente allí es de 34 años, con la mejor preparación universitaria. Es una ciudad manejada por una generación muy joven.

El líder Deng Xiao Ping, en el año 78, luego de la muerte de Mao Zedong (líder contradictor suyo) declaró cuatro ciudades como “Zonas Francas Especiales de Inversión” y las dotó de incentivos y condiciones favorables con las que han logrado inversiones sin antecedentes en China.

Hoy existen leyendas sobre la paternidad del proceso ya que el padre del actual presidente Xi Jinping participó activamente en todas estas acciones que condujeron a que la economía de la ciudad esté basada en tecnologías de punta y en facilitar el cumplimiento de los sueños de los jóvenes innovadores.

Todos encuentran en Shenzhen las facilidades del Gobierno y apoyos financieros para poder desarrollar sus proyectos de negocios basados en la innovación, el emprendimiento y la optimización del capital de riesgo (apoyo a nuevos emprendedores).

La principal estrategia ha sido atraer talentos que puedan aportarle mayor conocimiento a la economía actual que está ubicada en el delta del río de las Perlas que tiene, además, una gran conectividad a través de trenes de alta velocidad.

China es el segundo socio comercial de los grandes países del mundo, en cambio, solo ha logrado ser el octavo de América Latina, es decir, hay un gran espacio para crecer.

WeChat, el poderoso WhatsApp chino, sirve para todo, hasta para pagar las mínimas transacciones. Fue desarrollado en Shenzhen. Es un gran sistema de conectividad que permite al Gobierno controlar las actividades económicas y sociales de la gente, los ciudadanos lo saben y lo aceptan porque sienten que eso le da seguridad al sistema.

Acaban de celebrar el 11/11 (11 de noviembre), su Día del Amor y la Amistad. Un sistema de mercadeo gigante, exclusivo para solteros entre los 25 y 32 años con amplia capacidad de consumo y sin pareja. “Es el día de regálese usted mismo”. Ha tenido tanto éxito que alcanzaron ventas por USD$ 60 mil millones.
Tienen un desarrollo urbanístico muy avanzado: en el International Garden City se pueden hacer grandes inversiones en un excelente espacio para que el capital de riesgo pueda generar resultados con mayor velocidad y mejor calidad.

Shenzhen es el Hollywood de los negocios que inician (start up de hardware) con acceso directo al mercado extranjero y con un alto apoyo a la innovación y al espíritu del desarrollo empresarial que es su principal oferta, también con mucha base para industrias energéticas y centros de innovación especiales para la juventud.

Para hacer negocios con ellos hay que resolver asuntos relacionados con los pagos en línea. No confían mucho en el dólar por las dificultades que les ha acarreado pérdidas de recursos por negociaciones con esta moneda. Por lo tanto, los pagos se hacen de una manera directa a través de la página web.
Shenzhen, el milagro chino del que se puede aprender.