ONU cautiva

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Escrito por:

Wilfrido De la Hoz

Wilfrido De la Hoz

Columna: Opinión

e-mail: wilfridodelahoz@gmail.com



Nuestro país está atravesando una serie de circunstancias políticas que se entrelazan con circunstancias similares de otros países democráticos del mundo.

Me refiero a una cáustica y obstinada oposición política que algunos partidos le están haciendo al Presidente Iván Duque, mimetizada con un conjunto de reclamos sociales confabulados para obstaculizar un ejercicio democrático y un desarrollo socioeconómico diseñado bajo políticas de legalidad, emprendimiento y equidad.

Observamos que en las últimas elecciones generales en nuestro país, la sociedad mostró una composición de opinión con cifras que nos indicó diferencias, algo significativas, lo cual ha provocado el fenómeno en comento. Esta situación es completamente legal en nuestro sistema democrático lo cual permite que algunos ciudadanos inconformes o con alguna posibilidad de alcanzar el triunfo acudiesen a instancias internacionales bajo el argumento de conceptos formateados universalmente pero de dudosa aplicación efectiva en las circunstancias de nuestro país.

Un caso que increíblemente influye conceptualmente en favor de las pretensiones de izquierdistas y revoltosos es la influencia ancestral que ejerce la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fundada en la ciudad estadounidense de San Francisco, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, para evitar que un país masacrara a caídos presos o heridos en combate de otro país, durante una guerra; es decir para proteger la vida de los vencidos.

Esa dominancia que ejerció la ONU sobre los países sometidos al pánico dejado por las guerras contribuyó a que el mundo aceptara lo expresado por la ONU como verdadero, seguro e indubitable, y por lo tanto había que acatarlo. Ese mismo síndrome ejerció su influencia aquí en Colombia sobre decisiones controversiales de gran impacto, como lo ocurrido en nuestro país con el Acuerdo de Paz, en donde el gobierno aceptó que la ONU recibiera oficialmente el armamento entregado por las Farc, durante el proceso de desmovilización, lo cual constituyó una incontrovertible frustración de la población desafecta al proceso, porque tal como se está viendo ahora, las disidencias de las Farc conservan tantas o más armas que las que certificó la ONU. Este hecho está indicando que la ONU se encuentra cautiva bajo el yugo de personajes a quienes se les reconocen méritos y cualidades discutibles.

La actualidad del mundo moderno y las condiciones internacionales que impulsaron la creación de la ONU han tomado nuevas formas y amenazas, entre las cuales sobresalen el narcotráfico, terrorismo, armas biológicas y químicas, proliferación de armas nucleares y degradación del medio ambiente; así como, nuevas formas de cooperación internacional y temas de relevancia social; de manera que ajustar la ONU a la nueva realidad internacional ha sido la principal razón de la comunidad internacional y de esa manera evitar que esta organización se convierta en un organismo internacional obsoleto, burocrático, no confiable, atravesado de hipócritas acciones diplomáticas y de innecesaria presencia en países libres.