Intolerancia sin acuerdos

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Es importante actuar hoy, para mejorar el mañana.

Se pretende incidir en la necesaria reflexión sobre los aportes individuales y colectivos que hacemos a este bien tan preciado como es la educación. Un país educado está lejos de vivir la hecatombe que hoy torpedea la armonía en Colombia, por un grupo insurgente, vehemente, impetuoso, incoherente; que no quiere entender que la paz se logra sin violencia. Para que el país pueda vivir en equilibrio de justicia social, es imperativo actuar con racionalidad y respeto mutuo de los actores involucrados en el conflicto, si bien es cierto que el Estado está obligado a brindar seguridad a sus habitantes, los grupos alzados en armas de igual manera deben demostrar que realmente están interesados en hacer parte de la solución, dejando atrás la guerra.

El gobierno Santos, brindó las oportunidades al ELN, al igual que lo hizo con las Farc, para negociar y cubrir necesidades vitales, personales, laborales, familiares, políticas…. El mundo entero se pregunta ¿Qué es lo que realmente quiere el ELN? ¿Por qué no lo expresan? Es entendible que los acuerdos conllevan al cese de hostilidades, a la no beligerancia y lo más importante al acuerdo de las diferencias; sin embargo, esto no está sucediendo. La muerte de policías en Barranquilla, colmó la paciencia del Gobierno Nacional, generó repudio y consternación general; simultáneamente el daño ocasionado a la infraestructura petrolera, vial y demás expresiones bélicas que perturban el orden y la tranquilidad.

Preguntamos ¿hasta dónde se interpretan los cinco puntos tratados en la mesa de diálogos en Quito (E)? Percibimos que el cese bilateral había arrojado positivos resultados; en el país se experimentaba esa sensación de aparente tranquilidad. ¿Por qué decidieron retroceder?. El gobierno nacional, está obligado con urgencia a promover la armonía y que no sea tema de campaña política. El objetivo aquí es alcanzar un justo equilibrio y ello supone reconocer la responsabilidad que les corresponde a las autoridades de turno. En este sentido es vital impartir una educación que ilustre la inteligencia, que robustezca la defensa de los valores; se necesita hoy más que nunca, inmediato compromiso, con carácter firme y ejemplar en la conducción y toma de decisiones en esta situación. Se está perdiendo la credibilidad en la institucionalidad y esto no puede seguir así; es irrefutable que el ELN, está jugando con el gobierno. Así de sencillo.

El propósito central aquí, va enfocado en la implementación de estrategias que contribuyan a la formación de soluciones articuladas al cese de hostilidades. Estos ataques cruentos por el ELN, constituyen estándares fluidos que proponen moralidad como conducta social, un juicio de valor y criterios éticos que pongan fin a la impetuosidad. Estos actos absurdos e injustificados perjudican y de qué manera el trabajo pedagógico que viene haciendo el partido Farc, en busca de otros senderos orientados a su formación política.

Todo esto nos conlleva a movilizar resortes psicológicos con la Academia y demás estamentos de la sociedad, orientados de manera eficiente a crear espacios de reflexión e iniciativa social.

Esta propuesta reflexiva recoge un sinnúmero de vivencias sobre hechos de polarización, discursos y actuaciones bélicas en el horizonte del pensamiento filosófico del saber, producto de largos años, frutos de convivir en una sociedad permeada por la injusticia, la corrupción que no da más que violencia e intolerancia.