Región si, regionalismo no

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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



Los buenos líderes deben mostrar contención y prudencia en lo que hacen o dicen.  El gobernador del Atlántico, Verano, parece ser que olvidó estos principios.  Su columna titulada Cataluña, un campanazo en Colombia. A mi parecer carece de contención y de prudencia.


Afirmar que lo que sucedió en Cataluña podría suceder en Colombia, y citar a Panamá como ejemplo, es un descomunal despropósito.  Para comenzar, Cataluña siempre ha tenido identidad propia y lengua propia.  Nadie sabe de donde proviene la lengua Catalana.  La lengua e identidad propia podría predicarse de algunas regiones en Colombia, sobre todo donde aún viven etnias indígenas  -ciertamente olvidadas y abandonadas-  pero estas no tienen como, ni quieren, separarse de Colombia porque les iría mucho peor. Más aun, estas etnias se consideran colombianos. 

Adicionalmente, Cataluña está en el mundo desarrollado y tiene importantes fuentes de ingresos, siendo el turismo el renglón más relevante.  Lo que haría que incluso, como un pequeño estado, estaría en condiciones de participar y beneficiarse de alguna manera de la economía integrada europea.  Tal vez la queja desoída de los catalanes, es que dan más que lo que reciben de España. 

Aun como pais independiente, Cataluña es una región pequeña, que por sí sola no tiene las posibilidades de crear las economías de escala requeridas para ser competitiva, y ni que decir de la perdida de acceso a mercados y a capital.Pensar que la región Caribe o cualquier otra podrían separarse de Colombia es una goyenechada.   En las economías, el tamaño importa. 

El éxito relativo de Brasil es precisamente que por haber sido su independencia un proceso pacífico, no se fragmentó y tiene un tamaño respetable que le garantiza un mercado interno importante y acceso a recursos naturales y a todo lo bueno que proviene de ser una buena opción a futuro.  En contraste, las pugnas intestinas en el resto de América que estaba bajo dominio español nos fragmentó y creó muchos países.  Imagínense si fuéramos hoy un solo país.  Quizás seriamos el país más grande del mundo y la mayor potencia mundial.  Muchos de los países creados en el continente, como por ejemplo, los de América Central, por sus tamaños y población son naciones que difícilmente podrán llegar algún día a ser naciones desarrolladas.

Ojo a los regionalismos, que no es lo mismo que autonomía regional.  Unidos podemos más.  Una de las tragedias de nuestra gesta independentista es que una vez nos deshicimos de España, caimos en el caos por carecer del talento humano y gerencial para construir naciones prósperas; la independencia se convirtió en una pesada cruz que desde entonces venimos cargando de siglo en siglo.  Lo digo sin ambages, y más en el caso de la Costa Caribe: no tenemos el talento humano ni las instituciones ni la cultura para beneficiarnos de una completa autonomía. 

Crear las condiciones para que todos nos beneficiemos es un proceso que toma tiempo.  Curiosamente, cuando personas como Verano hacen reclamos, siempre están mirando el asunto desde una perspectiva política y de poder administrativo, que es para beneficio de unos poquísimos.  Rara vez se le da una mirada integral al tema y siempre escuchamos perspectivas cojas.  Un sinnúmero de enormes cambios estructurales son requeridos antes de que responsablemente consideremos la autonomía regional.  Bien sabe Verano cuales son los indicadores de la región Caribe en educación, empleo, salud, corrupción, etc.  Las trasformaciones que necesita la Costa Caribe entrañan un enorme reto para las generaciones venideras, y en honor a la verdad, muchas pueden ser logradas sin necesidad de la Región.  Las iniciativas fracasan porque no enfocamos las energías donde debemos. 

El asunto más que político y administrativo, es de economía, desarrollo y formación del talento humano requerido a todo nivel para que la región logre prosperidad general.En Colombia nos sobran los habladores de paja, los bocones, y en la Costa ni se diga.  Lo que necesitamos son ejecutores; es decir, personas que entiendan la visión y sepan que es lo que hay que hacer, como hacerlo y hacerlo.  Verano ha sido el abanderado de la autonomía regional, y perder las luces y caer en el regionalismo, desacredita su liderazgo y se arriesga a ser percibido como otro Goyeneche.  Pasar de Verano a sequía.