¡Qué buen susto!

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



El incendio en el Batallón Córdoba la semana pasada causó la detonación de explosivos almacenados, lo cual generó pánico en la comunidad, y obligó como medida preventiva el desalojo de siete barrios.  Este hecho revivió una vieja polémica, ya que muchos aducen que el Batallón debería ser reubicado.


Creo que el argumento que reza que debe reubicarse por los peligros que genera para la comunidad es el peor y más débil de todos los argumentos posibles.  Primero, porque la emergencia fue superada con éxito, a pesar de las conocidas limitaciones de nuestro cuerpo de bomberos y de las entidades responsables de manejar este tipo de emergencias.  Segundo, porque sería muchísimo más barato mejorar las instalaciones de almacenamiento de armas y explosivos que reubicar el Batallón.  Y en épocas de vacas flaquísimas, cualquier iniciativa que cueste, tiene un no casi que garantizado.

Hace un año mientras estaba de visita por la ciudad, tuve el placer de conversar con el ex Alcalde de Santa Marta y director de El Informador, el doctor Alfonso Vives Campo.  Dentro de los muchos temas que abordamos en nuestra conversación, recuerdo que tratamos el tema del Batallón Córdoba.  Sin lugar duda, el doctor Alfonso Vives es uno de los grandes conocedores de nuestra realidad y además tiene una visión ciudad que muchos compartimos.  Recuerdo, que me comentó que en alguna ocasión le preguntó al expresidente Uribe que por qué no reubicaban el Batallón ya que ese podría ser el mayor polo de desarrollo turístico de la ciudad, a lo que Uribe contestó que no se podía mientras existiera el conflicto con las guerrillas.

Si es cierto que el problema de la violencia guerrillera ya está solucionado, entonces uno de los grandes proyectos del posconflicto debería ser la reubicación del Batallón Córdoba y crear un clúster de turismo en esa zona.  Al no trasladar el Batallón, se le está negando a Santa Marta, a sus habitantes, y de hecho al país, la oportunidad de explotar una opción única de desarrollo turístico que no tiene parangón en el país.  El proyecto que podría realizarse en esa zona realmente colocaría a Santa Marta en el mapa de la industria turística a nivel mundial.  Un proyecto como el que nos hemos soñado los samarios por varias generaciones, y que sin duda jalonaría muchos otros sectores y que consecuentemente se convertiría en el punto de quiebre que posicionaría a Santa Marta como una de las ciudades más prosperas del Caribe.

El susto sirvió para despertarnos.  Llegó el momento de hacer realidad el sueño postergado, y que todos los samarios unamos nuestras voces para que el gobierno nacional entienda que no puede seguir negándonos nuestras mejores oportunidades de desarrollo.

Les corresponde a nuestros representantes naturales ante el gobierno nacional llevar la vocería de este anhelo y no desistir hasta que logren que a Santa Marta se le respete y se le dé el trato que merece.  No podemos desaprovechar este despertar y dejar que la ciudad vuelva a caer en la modorra y la indiferencia y deje caer en el olvido un tema que es de tanta importancia para todos.  Propongo al doctor Alfonso Vives Campo para que se cree un comité que aglutine a representantes de todos los gremios para construir la propuesta que se le debe presentar al gobierno nacional.  Es el momento de pasar de las palabras a acciones concretas.