Demasiado tarde

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



Colombia es un país en donde frecuentemente los hechos superan la ficción.  Cualquier duda al respecto quedó disipada por la encuesta publicada por el diario La República en que un grupo de empresarios colombianos rajaron al gabinete de Santos pero no a Santos.  Conclusión que por absurda debe llamar a cuestionar inmediatamente la seriedad de la mencionada encuesta.


No se rajaron tres: Santos, el Vice y el ministro de salud –como se nota que los empresarios tienen medicina prepagada- La realidad que hoy viven los colombianos da para rajarlos a todos sin excepción.  Si se rajó el gabinete en pleno, el primer rajado es el que lo dirige por falta de liderazgo y gerencia.  Además, porque fue quien los contrató –culpa in eligendo- .  Mi impresión es que es una de esas encuestas light contratadas para generar titulares y nada más, y por tanto su análisis comienza y termina al leer el titular.

Coetáneamente con la publicación de los resultados de la encuesta, se conoció la renuncia protocolaria de todos los altos funcionarios, de tal forma, que la encuesta por lo menos sirvió para ambientar la gabinetología.

Las cábalas no se hicieron esperar sobre quien se va y quien se queda, pero las cábalas tienen como única fuente los deseos y los odios.  Se especula sobre si el remezón será de grandes proporciones o gota a gota. . Todos deben irse, así que el remezón debería ser general y una sola vez. ..Sería bueno que el presidente nos mostrara que por lo menos tiene pantalones, aunque no los tenga bien puestos.  Difícil creer que Santos no sabía lo mal rodeado que andaba y que no venía pensando desde hace tiempo en los reemplazos.

Preguntarse si el gabinete del último año debería ser para el posconflicto o no produce escalofrío.  Santos lleva siete años gobernando con mentalidad posconflicto mientras el país se caía a pedazos.  El gabinete debe ser para beneficio de millones colombianos y no solo de los pocos miles que se atrevieron a desafiar al estado.  El enfoque del último año de gobierno debe ser la economía; siempre ha debido ser la economía porque el éxito de la implementación de los acuerdos de paz realmente depende de que tan bien le esté yendo a la economía.

No debería siquiera contemplarse la dicotomía entre gabinete pro acuerdos de paz y uno pro economía, como si fueran excluyentes.  La interdependencia mencionada entre éxito de los acuerdos y economía debería precluir el favorecer los primeros sobre la segunda.

Si el gobierno Santos quiere evitar un final desastroso, el gabinete que elija y el enfoque de las políticas debe ser la economía y la diplomacia.  El colapso inminente de Venezuela exigirá que Colombia y su gobierno se la jueguen a fondo como nunca antes para facilitar una transición relativamente pacífica y evitar el caos.  Sin importar que se haga, el coletazo de la crisis venezolana golpeará fuerte al país, y probablemente tendremos que solicitar ayuda internacional.  El otro frente diplomático que se va a tornar complejo, es la relación con los Estados Unidos por cuenta del aumento de los cultivos de coca, amapola y marihuana. No hay que perder de vista que el origen del Plan Colombia fue la lucha antinarcóticos, y que posteriormente se permitió incluir a la insurgencia bajo la premisa de que eran lo mismo.  La inacción del gobierno colombiano con respecto al aumento de los cultivos ilícitos es inaceptable desde la perspectiva de Washington.

La idea de salvar del ahogado el sombrero, que parece ser la idea detrás del empujón del último año de gobierno, no va a funcionar.  Lo que sea que pueda hacer Santos, será demasiado poco y demasiado tarde.  El tiempo perdido en siete años y su costo de oportunidad no son recuperables.  Máxime, cuando el 2018 va a ser complicado porque las dificultades económicas no van a ceder y porque confrontaremos un ciclo electoral que carecerá de cualquier asomo de decencia.

En vista de las perspectivas, propongo que se aproveche la ida del Papa para que junto con todos los obispos colombianos consagren a Colombia al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María.  Para salir del atolladero necesitamos un milagro.