No tengas miedo de los problemas. Ellos son maestros de vida. Tras de cada uno de ellos hay lecciones que aprender o desaprender.
Todos en algún momento sentimos que el problema es mayor a nuestras fuerzas y tenemos la tentación de desesperarnos y darnos por vencidos. Hay que vencer esa tentación y buscar en el interior del corazón la motivación y la fuerza para tomar un segundo aire y enfrentar, con decisión e inteligencia, la situación difícil que se tiene. Nunca se debe dudar que podemos “soportar” esa situación con sus consecuencias. No somos débiles. Ni hemos sido creados para el sufrimiento.
Dios te quiere feliz y te ha llenado de muchas cualidades. Él te da a diario la fuerza de su Espíritu y te impulsa a seguir adelante. Sus dones espirituales están sobre ti para que puedas, no tengas miedo podrás vencer. Lo importante es que seas consciente de qué es lo que está causando el problema para que puedas trabajarlo. Tienes que entender que ha pasado y que se puede hacer ante el problema. Comprender la situación te va a ayudar a no dejarte llevar por el pánico. También es cierto que hay problemas que no se puede entender fácilmente y que es necesario enfrentarlos con sabiduría y paciencia. Hoy tienes que estar animado y confiar en que vas a poder superar la situación que estás viviendo.