El regalo de Colombia a Panamá

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Escrito por:

Juan Galán Pachón

Juan Galán Pachón

Columna: Opinión

e-mail: prensa@juanmanuelgalan.com



El conflicto armado nos enseñó que más allá de las fronteras fijadas por la ley, nuestra soberanía va hasta donde podamos ejercerla.  En otros términos, que la soberanía sobre el territorio colombiano depende de la capacidad para ejercer control sobre nuestras fronteras.


La responsabilidad primaria de defender el espacio aéreo la tiene la Fuerza Aérea Colombiana. La FAC está a cargo de mantener el dominio del espacio aéreo que, a manera de gráfica, podríamos imaginar como la columna de aire que se levanta sobre el territorio de un Estado, o la proyección vertical de nuestros límites.

En este marco, la extensión del espacio aéreo colombiano se da por la extensión de sus fronteras marítimas que sería de 12 millas equivalentes a 22,2 KM hacia el exterior de la línea de costa. Pese a esto, en el colegio nos enseñaron que geográficamente, Colombia solo limita con las fronteras de Brasil, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. Nunca nos enseñaron que Colombia también limita con Nicaragua, Jamaica o Costa Rica. ¡Así es!

El artículo 101 de nuestra Carta Política afirma que, además del territorio continental, el archipiélago de San Andrés, Providencia, y Santa Catalina, Malpelo y demás islas, islotes, cayos, morros y bancos, el mar territorial y el espacio aéreo, hacen parte de nuestra identidad. Por esa razón, podemos decir que Colombia limita con más de 10 países entre los que se encuentran Nicaragua, Costa Rica, República Dominicana, Haití, Honduras, Panamá, Venezuela y Jamaica por el Caribe; y, Ecuador, Panamá y Costa Rica por el Pacífico. A pesar de estos límites geográficos fijados en la ley, nos encontramos con que, en la realidad, no ejercemos soberanía sobre todos ellos.

Actualmente, Panamá explota comercialmente el tránsito aéreo en el Caribe y el Pacifico colombiano, por lo que Colombia está dejando de recibir una cifra aproximada a 18 millones de dólares anuales, como ingresos resultantes del tránsito de aeronaves comerciales, militares y particulares por su espacio aéreo. Los responsables, han dicho que debido a la incapacidad técnica de Colombia para controlar la totalidad de su espacio aéreo, se firmó un convenio internacional para que Panamá ejerciera control sobre algunas franjas de ese espacio.

De otro lado, muchos gremios del sector aéreo, afirman que estamos preparados para recuperar ese espacio. Lo cierto es que si en verdad queremos ejercer soberanía sobre nuestro territorio debemos invertir en las herramientas que nos permitan hacerlo; es decir, fortalecer la infraestructura, los radares, los sistemas de comunicación y los equipos de rescate, para que San Andrés y el Pacífico, sean totalmente nuestros.