Si yo fuera el ex presidente Uribe estaría al borde del colapso. Pero no por ninguna de las razones que muchos creen… No estaría así porque mi primo segundo, pero mi primer primo por haber sido mi socio político, esté en la cárcel por para política. Sin duda me dolería porque han sido muchas las aventuras que debimos emprender juntos, pero… mientras no me involucren a mí directamente con los paras, no entro en crisis. Tampoco me alteran ya estas libertades que se está tomando Santos, que me debe su presidencia, nombrando precisamente a los tipos que no me gustan.
Ese trago amargo ya lo pasé. Aunque confesaría que me sigue alterando un tris eso de que para Santos, Chávez es "su nuevo mejor amigo". Pero la verdad es que ese tipo, Chávez, no se merece mi rabia.
Se me subió la presión con el oso de las falsas desmovilizaciones que ha llegado a poner en duda nuestro gran logro, la Operación Jaque.
De nuevo, ese no es problema mío sino del siquiatra aquel, al que ahora le dio por parecerse a un desmovilizado y no al Comisionado de Paz que yo nombré. ¡Cómo molestan con los falsos positivos! Pero… ese tampoco es mi problema y si lo fuera, le toca a Santos responder primero. Luego no vale la pena alterarse. No puedo negar que me duele ver a José Obdulio, mi intelectual insustituible y tan leal que ya casi me interpreta, enredado en las chuzadas, en el DAS, en las reuniones de Palacio, entre muchas otras. Pobre José Obdulio, pero tampoco me tengo que alterar demasiado porque no me están acusando directamente.
Sin embargo, acabo de escuchar algo que por lo menos me molesta: reabrieron indagatoria a mi leal servidor Edmundo del Castillo y a mí no suficientemente ponderado secretario Bernardo Moreno por el caso de "Job" y su visita a Palacio, que también parece que se lo endilgan a José Obdulio. No me lo van a creer pero tomé con distancia el caso de estupefacientes porque la Fiscalía va a tener suficiente con los 11 congresistas involucrados. Como le falla a uno su gente!!!!
Ya me agoté con Carimagua y con Agro Ingreso seguro, pero para eso está nada menos que mi alter ego, Uribito, que paga por meterse en peleas así que, tampoco me preocupo. Además mi nombre no aparece en ese lío. Hasta ahora me he salvado de la ola Nule que ya está cobrando cabezas en Bogotá y gracias a Samuel Moreno el foco no está en mí sino en él.
Pero lo que sí me tiene al borde del colapso es ese refrito de Cecilia Orozco que trae de nuevo la entrevista que el Miami Herald le hizo a Guido Nule, uno de los famosos del trío, que hoy es tristemente célebre. Yo que he sido un padre dedicado, que velo permanentemente por la suerte de mis hijos, que les he ayudado cuando he podido, no puedo aceptar que esos Nule digan con gran desparpajo que "esos muchachos", obviamente mis hijos, "quieren ser como nosotros." ¡Horror! cómo se atreven a decir semejante despropósito.
Mis muchachos son suficientemente paisas y por consiguiente buenos negociantes, como para meterse en los líos de estos señores. Su único pecado es estar muy bien conectados y tener no sólo ese espíritu empresarial que muchos envidian sino ese carácter frentero que en buena hora heredaron de su padre. Por fortuna, he encontrado en Twitter un escape a estos sentimientos que me consumen.