La navidad como celebración Cristiana, es la época del año que más añoramos tanto niños, jóvenes y adultos, pues nos recuerda el nacimiento del Niño Jesús, el hijo de Dios, el salvador del mundo.
Es época de reconciliación, de viajes a los lugares de orígenes o terruños, de reflexión de lo que hemos hecho durante el año lectivo y las bendiciones que hemos recibido del Señor, de gozar con la familia.
Pero el mensaje principal de la navidad debiera ser el de compartir, el de dar a los más necesitados, pues como nos dijo nuestro Salvador, a los pobres siempre los tendréis con vosotros. Y el grandioso apóstol Pablo nos dice que es más bienaventurado o dichoso dar que recibir.
No solamente debiéramos dar cosas materiales a los más necesitados, sino brindar amor, afecto, no solo a nuestro círculo familiar o de amigo, sino a todos aquellos con quien nos relacionemos, pues como dice la canción, por principios hermanos somos, Sí todos somos hermanos y estamos en la brega de este corto camino que se llama vida. Debemos dar, toda la naturaleza se complace en compartir, el único que no quiere vivir para compartir es el hombre, desconociendo lo manifestado por el aposto que nadie vive para sí, ni muere para sí. Aun después de muerto nuestras obras continúan hablando de nosotros y los cristianos profesos creemos que finalmente tendremos un galardón por todo lo bien hecho en favor de nuestros semejantes, en especial por los menos afortunados.
La madre Teresa de Calcuta nos dice que no importa cuánto das, sino el amor que le pones a lo que das, y Paulo Cohelo corrobora lo anteriormente expresado cuando nos recuerda que el amor no necesita ser entendido, simplemente necesita ser demostrado. Demostremos amor por nuestro prójimo, especialmente los que nos decimos ser cristianos, pues el registro sagrado nos dice que quien no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
No solamente en esta época de navidad, sino siempre debemos llevar el mensaje de amor, que consiste en compartir, en dar en expresar a nuestros congéneres nuestros más sinceros afectos, como nos gustaría a todos y cada uno de nosotros que nos los brindaran. El amor es un mundo de cuatro letras que necesita ser entronizado en nuestras vidas para que esta tenga un verdadero sentido. Y finalmente podamos decir. ¡ He vivido a plenitud la vida!!!.
Les deseo una feliz navidad y un próspero y venturoso año nuevo que el Señor nos bendiga y nos guarde, tenga de nosotros misericordia y ponga en nuestros corazones paz y amor.