Afuera, Pastrana y Uribe nos desacreditan

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Cecilia Lopez Montaño

Cecilia Lopez Montaño

Columnista Invitada

e-mail: cecilia@cecilialopez.com



Los colombianos estamos hechos. Nunca falta el compatriota que en su momento se dedique a hablar mal de nuestro país precisamente cuando menos lo necesitamos. En Europa, en este momento, Colombia está en la mira de todos por el proceso de paz, por los resultados del plebiscito y por el Nobel de Paz otorgado al presidente Santos.

Con más confianza que nosotros, los europeos confían en que más temprano que tarde se llega a un Acuerdo de Paz en que todos estemos de acuerdo. En el fondo, hay en esa parte del mundo, fe en la sensatez de nosotros. Por ello resulta realmente inoportuno y doloroso que dos expresidentes del país, que han gozado ambos de grandes privilegios en Colombia, estén dedicados a desacreditar el punto crítico que debe resolverse rápidamente en el país. Como lo registra la prensa, los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana arreciaron sus críticas esta semana en España contra el Acuerdo de Paz que está en fase de darles gusto, hasta donde sea posible, a estos líderes políticos y a sus seguidores.

En aras de superar esta peligrosa interinidad en que vivimos el Gobierno y muchos sectores han mostrado infinita paciencia con el No, que se comporta como si hubiese ganado ya de manera anticipada las elecciones del 2018. Intervinieron ambos en el IV Foro Atlántico en Madrid, España, y allí se despacharon contra el acuerdo. Uribe afirmó que el acuerdo contempla “ una doble amnistía, la de los crímenes de lesa humanidad y la del narcotráfico, que es la principal fuente de financiación de la guerrilla colombiana”. Y como si fuera poco, continuó afirmando que lo pactado con las Farc “crea una trampa económica” porque según él, afecta la estabilidad fiscal del país” pero no dijo cómo. Se requiere según él que en el acuerdo final se incluyan ‘cláusulas de protección” que flexibilice el gasto público y no se afecta la iniciativa privada. ¿Cómo? No lo dijo. Para completar el expresidente Pastrana se vino lanza en ristre contra la justicia transicional incluida en el primer acuerdo y pieza fundamental de las negociaciones con las Farc. No fue nada tímido y los declaró como “un golpe de Estado a la justicia colombiana.”

 No ha habido poder humano que logre convencer a los dos expresidentes de lo contrario. La pregunta es si han sido tan agresivos en las reuniones con los equipos negociadores del Gobierno como lo han sido en Madrid. ¿Será que la imagen de nuestro país en el exterior no les importa? De todas formas, duele que personajes con tanto peso en Colombia, que han tenido el honor de ocupar la primera magistratura del país, y Uribe por partida doble, no midan las consecuencias que, en términos de la credibilidad del país ante Europa, puedan tener sus palabras. Seguramente estaban frente a sectores conservadores que ven a la guerrilla colombiana como ese enemigo con quien no se puede negociar, sino simplemente vencer. Y no han podido entender, como los expresidentes colombianos, que ni la guerrilla fue derrotada por el Estado ni viceversa. De ahí las negociaciones. De verdad, lo menos que los colombianos nos merecemos, es que nuestros compatriotas, pero especialmente, aquellos que se han beneficiado de los lujos del poder, no nos desacrediten en medio de un proceso de negociación de los acuerdos, tiempo durante el cual se les han dado a ellos y a sus seguidores muchas garantías.